Entrevista a la candidata del PSOE de Baena

María Jesús Serrano: "Baena terminará convertida en una aldea grande si los problemas no se solucionan ya"

La candidata del PSOE de Baena, María Jesús Serrano.

La candidata del PSOE de Baena, María Jesús Serrano. / El Día

María Jesús Serrano (Baena, 1970) afronta su primera campaña electoral para convertirse en alcaldesa de Baena, un cargo que asumió de manera breve, casi por sorpresa, entre 2011 y 2013, cuando fue llamada por Susana Díaz para ocupar la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. "Siento que debo terminar el proyecto que empecé en 2011, porque veo a mi pueblo en unas circunstancias bastante tristes, incluso penosas, con un claro declive económico, social y político", dice en conversación con El Día.

-¿Por qué quiere volver a ser alcaldesa?

-El pueblo en estos momentos atraviesa una situación de decadencia, tristeza y apatía, porque la gestión de los últimos años ha brillado por su ausencia. Han sido cuatro años en blanco. En vez de avanzar, hemos retrocedido en todo, no solo en habitantes, sino en empresas, en actividad económica e incluso en servicios necesarios como los hoteles. Y es que hasta hemos perdido el único que teníamos. También se han visto mermados los servicios públicos, porque en el fondo falta un modelo de ciudad. Me duele mi pueblo, quiero a Baena y a Albendín. Y a esto se une que me apasiona mi tierra, es algo que siempre me han dicho quienes son de fuera y, evidentemente, tengo el compromiso político de intentar resolver la situación. Aquí hay muchas posibilidades y potencialidades. Tenemos el mejor aceite del mundo, una agroindustria muy potente, patrimonio cultural, historia, una ubicación geográfica privilegiada... Es decir, los mimbres para hacer un buen cesto, pero hay que planificar el futuro. En mi anterior etapa en el Ayuntamiento, no era la candidata, y después me llamaron a otras responsabilidades, que acepté con disciplina y entusiasmo. Ahora la candidata soy yo. Y nada ni nadie me va a distraer en centrarme para llevar a Baena al lugar que se merece en Andalucía, España y el mundo. 

-¿Cree que le pueden echar en cara que renunciara a la Alcaldía para irse a la Consejería?

-La verdad es que nadie me lo ha dicho personalmente, y no sé si lo dirán a la espalda. Las circunstancias políticas hicieron que yo fuese la alcaldesa de Baena porque quien era candidato [en referencia a Luis Moreno] tuvo que renunciar forzado por IU. Yo asumí la Alcaldía con la responsabilidad, el compromiso, la constancia y las ganas de trabajar necesarias, pero pronto fui llamada a otra responsabilidad política. Quienes me conocen, sin embargo, saben que mi vida, mi casa y mi familia siempre han estado en Baena, y yo he ido y venido. Ahora soy la secretaria general del PSOE en Baena, y adquiero el compromiso tras haber superado los procesos internos del partido. La política local es lo que más me satisface y lo que me motiva. Y siento que debo terminar el proyecto que empecé en 2011, porque veo a mi pueblo en unas circunstancias bastante tristes, incluso penosas, con un claro declive económico, social y político. Baena va a terminar convertida en una aldea grande si los problemas no se solucionan ya.

-¿Qué evaluación hace del actual mandato en Baena?

-Es evidente que han sido cuatro años en blanco. El pacto de perdedores ha demostrado incapacidad y falta de experiencia y ganas, lo que ha provocado que, incluso, hayan ejecutado mal subvenciones que el Ayuntamiento tenía concedidas de la anterior etapa, y ahora estamos teniendo incluso unos problemas impresionantes de tráfico que antes no existían. Y que eso ocurra en un pueblo de menos de 19.000 habitantes... Se han dedicado a la política de fotos vacías, al populismo... Y no pueden escudarse en que no les hemos dejado, porque el PSOE ha tendido la mano siempre, pues sabíamos de la debilidad del equipo de gobierno. Iporba le dio al PP la posibilidad de estar en la Alcaldía, pero luego no ha contribuido a que tuviera los medios para gobernar, y ni siquiera votaron el Pleno organizativo. Estuvieron seis meses sin sueldo porque quien tenía las llaves del cielo y del infierno no se las daba. Y el PSOE, en cambio, ha estado para resolver los problemas. El orden del día de los plenos demuestra que lo que estoy diciendo es cierto; están llenos de expedientes de reconocimiento extrajudicial de créditos y de facturas atrasadas. No han sido capaces siquiera de conseguir subvenciones. Y ahora están blanqueando lo poquito que han hecho, dando capitas de alquitrán a las calles y adecuando un poquito los jardines para la Semana Santa.

-¿Y el PSOE ha hecho autocrítica en estos años? La pérdida de votos en las anteriores elecciones fue evidente.

-Sí, hemos hecho autocrítica, aunque hay que convenir las circunstancias tan excepcionales de las elecciones de 2019, con un exalcalde del PSOE al frente de una candidatura independiente y con el auge de Ciudadanos. No es ya que el voto se polarizara, sino que había quien tenía dudas de quién era el candidato del PSOE. Pero sí, hemos hecho autocrítica. Hemos analizado, reflexionado, dialogado mucho, y el resultado de todo esto se verá en la precampaña y la campaña electoral, que será diferente a la de 2019. 

-¿En qué pudo fallar el PSOE en aquel momento?

-El PSOE se centró en el mandato que el Gobierno de España daba en ese momento, que era la ley de racionalización y austeridad para quitar deuda. Había unos límites de déficit y los ayuntamientos estaban intervenidos. Mi compañero Jesús Rojano lo llevó a rajatabla y eliminó el lastre que arrastraba el Consistorio en cuanto a situación financiera. Consiguió muchos recursos económicos y muchas subvenciones, pero quizás falló la comunicación y no se trasladó bien el trabajo que se hizo. Aunque creo que la mayor distorsión fue la irrupción de un partido independiente que premeditadamente, con nocturnidad y alevosía, se presentó como un acto de venganza personal.

-¿Está ya amortizado ese partido?

-No lo sé y tampoco me preocupa. Yo estoy centrada en escuchar a los vecinos y vecinas, y una vez recogidas todas las demandas redactaremos el programa político para Baena y Albendín. Quiero dar respuesta y crear oportunidades, que vuelva a haber ilusión, que los jóvenes no se tengan que ir...

-Baena tiene un Pleno con una aritmética bastante compleja, ¿se pone alguna línea roja en caso de que tenga que pactar?

-Ahora mismo hay que esperar a que los vecinos voten, pero yo salgo a ganar con una amplia mayoría, y estoy segura de que la voy conseguir y de que vamos a formar un gobierno en solitario, fuerte y solvente, que no dependa de nadie más allá de la voluntad del pueblo. 

-¿A qué proyectos dará prioridad si vuelve a la Alcaldía?

-Estamos recogiendo todas las demandas en un proceso de escucha activa que llevamos un año trabajando, porque sí tengo claro que es imprescindible planificar, y hacerlo conforme nos marca Europa. Ese es el éxito de cualquier pueblo. Así que la Agenda Urbana será fundamental. Aquí ni la hemos empezado, y hay pueblos de nuestro tamaño que ya la han aprobado. Esa Agenda 2030 marcará todas las acciones de nuestro gobierno, pero hay una cuestión primordial: mi mayor ocupación será conseguir generar empleo pese a que no se trata de una competencia del Ayuntamiento. Aun así, se pueden tomar medidas, como tener un Ayuntamiento ágil que dé seguridad jurídica, que los inversores se vean atraídos. Y trabajaremos para reordenar el tráfico y conseguir un municipio al que regresen los vecinos de la comarca, por ejemplo, a hacer sus compras, como ocurría antes. Los comercios locales lo están pasando muy mal.

-Cada vez hay más críticas por la situación del casco histórico, ¿qué planes tiene para rehabilitarlo?

-Tenemos uno de los mayores cascos históricos de la provincia, y conocemos los problemas. Hace nueve meses presentamos una moción para pedir que se abordara la situación conforme marca la estrategia urbana europea, que establece, por ejemplo, que uno de los criterios de pobreza es la falta de viviendas accesibles o el déficit energético. Teniendo en cuenta que ahora hay muchos recursos de los Next Generation, planteamos un proyecto de rehabilitación. Esa moción, que está perfectamente estructurada y documentada desde el punto de vista técnico, recibió el voto en contra del PP, pero salió aprobada gracias a Cs y de IU. Ha pasado el tiempo, y la alcaldesa no ha mandado que se empiecen los trabajos. Entendemos que no puede haber dos Baena, una de primera y otra de segunda, sino una única en la que se atiendan todas las dificultades. Voy a trabajar denostadamente para revertir esta situación, es una cuestión de justicia social. 

-¿Y qué está pasando en el municipio con la seguridad ciudadana? Hay un claro repunte de la criminalidad.

-La situación de Baena es digna de estudio, y no solo desde el punto de vista de la seguridad ciudadana. Tenemos barrios de transformación social y hay que ver que está pasando ahí, por qué hay tráfico de drogas y por qué hay delincuencia asociada a esta actividad. No puede ser que la alcaldesa no convoque ni la junta local de seguridad al inicio de la campaña de la aceituna. Y que las veces que la ha convocado haya sido obligada por las reivindicaciones del PSOE. Es fundamental evitar dar la imagen de que Baena es un pueblo inseguro. 

-Baena no para de perder población, y hace años que cayó de los 20.000 habitantes, ¿qué planes tiene para revertir esta tendencia?

-No solo tenemos a jóvenes que se van porque no encuentran trabajo, es que ya también hay población de mediana edad que se tiene que marchar. Es evidente que hay que poner algún remedio para que esto no siga pasando, y esto no pasa más que por la creación de empleo. Hay muchos vecinos que me dicen que se van porque no tienen trabajo, pero que no se quieren ir. Y hay otra realidad: las mujeres, debido a la mecanización del campo, fueron expulsadas hace ya bastantes años de la recogida de la aceituna. Y tampoco encuentran empleo en el sector textil. Ahora, el poco empleo femenino está relacionado con los cuidados y la dependencia. Eso está bien y tenemos tres residencias de mayores, aunque una lamentablemente está a punto de cerrarse, pero hay que buscar inversiones, diversificar en torno al turismo... Hay problemas en todos los ámbitos. Por ejemplo, no puedes hacer una oferta turística seria sin un hotel. Y tampoco puede ser que algunos recursos turísticos se mantengan cerrados y vayan a abrir dos meses antes de las elecciones. Es que se han devuelto casi 200.000 euros de una ayuda para reformar el Museo del Aceite que otorgó el Grupo de Desarrollo Rural (GDR), y ahora lo pintamos y le lavamos la cara. Lo que digo no son palabras huecas ni vacías. 

-La Semana Santa de Baena opta a ser Fiesta de Interés Turístico Internacional, pero la declaración nunca llega. ¿Se ha renunciado ya a conseguirlo?

-El expediente lo inicié yo y estaba bastante avanzado. Lo único que sé es que en 2019 la alcaldesa tuvo una reunión en el Ministerio, pero nunca contestó a las propuestas que se le hicieron y el expediente, por tanto, se cerró. Ha sido tirar todo el trabajo por la borda. Como digo, yo lo inicié y lo terminaré como alcaldesa porque siempre he creído en ello. Contribuirá a que más personas se fijen en Baena. En este mundo globalizado, Baena es una gota de agua, y cuantos más sellos tengamos, será mejor para nuestro futuro.

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