Sobre las 11:50 del domingo, la persona que le llevaba la comida a la víctima llamó a la Policía Local, ya que el fallecido no le abría la puerta del domicilio, la cual estaba medio abierta. Los sanitarios certificaron la muerte del varón y sobre las 18:00 el juez ordenó el levantamiento del cadáver, que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal (IML) de Córdoba, donde se le realizó la autopsia.

El subdelegado del Gobierno en Córdoba, Juan José Primo Jurado, lamentó el lunes el "terrible" y "trágico" suceso y confirmó que el fallecido, octogenario, vivía solo. Primo Jurado confió en la labor de los agentes de la Guardia Civil que investigan las causas del suceso y trasladó sus "condolencias" a los familiares del fallecido.

El hombre, que era viudo y no tenía hijos, vivía en el número 6 de la calle Palomarejo de la localidad. Era conocido en el barrio y también muy querido, según relataron los vecinos. Fuentes próximas al caso informaron de que en los últimos meses la víctima había acudido al puesto de la Guardia Civil del municipio de la Campiña Este para denunciar el robo de pequeñas cantidades de dinero, pues solía dejar la puerta abierta de su domicilio.

Se trata del segundo suceso violento en una semana en la provincia. El domingo 15 de abril dos personas aparecieron muertas en el interior de un vehículo aparcado en una garaje en Priego de Córdoba. La autopsia concluyó que los dos hombres murieron a causa de heridas por arma blanca y, según la investigación, uno de ellos habría matado al otro y posteriormente se suicidó.