La segunda ola sigue menguando en la provincia de Córdoba mientras el proceso de desescalada para vivir una Navidad en libertad cada vez está más cuestionado, entre otros motivos, por las aglomeraciones registradas en la capital el pasado fin de semana. Hasta el momento, esto no se ha reflejado en un repunte global de casos; todo lo contrario, la tasa de contagio sigue cayendo en la provincia, hasta el punto de que a fecha de 16 de diciembre es de 146,6 casos por 100.000 habitantes, teniendo en cuenta los contagios detectados en los pasados 14 días.

Los cuatro distritos sanitarios en que se divide la provincia presentan índices que llevan al optimismo: la capital, 165; el Sur, 116; el Guadalquivir, 136, y el Norte, 185.

Con todo, la provincia sigue registrando varios puntos negros, una llamada de atención para no bajar la guardia. Así las cosas, quedan dos municipios con tasas por encima de los 500 casos por 100.000 habitantes, que es el límite que las autoridades sanitarias españolas establecen para lo que consideran un riesgo "extremo" de contagio. Se trata de Belmez (718) y El Guijo (1.690).

Pero, ¿en qué situación se encuentra la provincia de Córdoba si se comparan sus datos con los que han llevado a que Alemania inicie este mismo jueves un confinamiento duro hasta después de la Navidad? Según los datos del Instituto Robert Koch (RKI), institución responsable del control y la prevención de enfermedades en el país teutón, la tasa de contagios es de 342 casos por 100.000 habitantes.

En Córdoba, son cuatro los municipios que rebasan este índice. El más preocupante es El Guijo, con un índice de 1.690. A continuación, se sitúa Belmez, con 718. En tercer lugar, Pozoblanco, con 430, y en cuarto, Palma del Río, con 375. 

De estos cuatro, la localidad de El Guijo, de 355 habitantes, la segunda más pequeña de la provincia tras Fuente La Lancha, optó el lunes por un confinamiento voluntario para intentar cortar la cadena de contagios y salvar la Navidad, como ha hecho Alemania, tras contabilizar seis positivos. Puede parecer un número pequeño, pero teniendo en cuenta la población, la tasa se dispara.

Así, los dos bares y la única tienda de alimentación han optado por cerrar sus puertas, al igual que el Ayuntamiento, “debido al preocupante aumento” de infecciones. “Siguiendo con la responsabilidad mostrada por bares y establecimientos”, el Consistorio ha quedado clausurado durante toda la semana, de manera que la atención a la ciudadanía de manera presencial queda pausada.

El alcalde, Jesús Fernández Aperador (CDeI), ha hecho un llamamiento “a la responsabilidad, a permanecer en las casas y a salir de los domicilios solo para lo estrictamente necesario”.  "Y, por supuesto, a cumplir con todas las medidas de seguridad e higiene dispuestas por las autoridades", ha insistido el primer edil.