Un puente de diciembre bajo el agua y una semana que empieza en la que la lluvia será de nuevo protagonista en Córdoba con la llegada de la borrasca Efraín. Las ansiadas precipitaciones han llegado para quedarse, pero el agua caída no es, por el momento, suficiente para que los pantanos de la provincia de Córdoba aumenten sus reservas, que se encuentran al 14,49% de su capacidad. Es más, el agua acumulada apenas se ha incrementado un 1%.

De acuerdo a la información oficial que consta en el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), en la provincia de Córdoba hay actualmente 480,558 hectómetros cúbicos de agua embalsada -con datos hasta las 17:00 de este domingo- pese a que tiene capacidad para acumular hasta 3.320 hectómetros. No obstante, el volumen ha crecido levemente, puesto que a principios del pasado mes de noviembre la cifra era de 465 hectómetros cúbicos en el global.

A pesar de ello, los embalses de la provincia de Córdoba son los que más agua acumulada tienen en toda la demarcación andaluza hasta el momento. En el caso de Jaén, sus pantanos tienen 408,471  hectómetros cúbicos de agua acumulada por un total de 2.361 de cota máxima, mientras que los de Sevilla almacenan 336,725 hectómetros cúbicos por un total de 918. En el caso de la provincia de Granada, la reserva de agua de sus pantanos es de 215,331 hectómetros cúbicos, cuando su capacidad máxima es de 1.005,680 hectómetros cúbicos, mientras que en Huelva los pantanos apenas tienen 54,755 hectómetros cúbicos reservados cuando su capacidad es de 303,926 hectómetros cúbicos.

El pantano de Iznájar, el mayor de toda Andalucía, sigue soportando su peor situación en décadas. Por el momento, y según los últimos datos actualizados, tiene 127,947  hectómetros cúbicos acumulados, lo que significa que se encuentra al 13,9% del total de su capacidad, que es de 981 hectómetros cúbicos.

Esta infraestructura abastece a 250.000 personas de las provincias de Córdoba, Málaga y Granada y su evolución en el último año hidrológico -que se contabiliza desde el 1 de octubre hasta el 30 de septiembre- no ha sido buena, ya que ha ido perdiendo agua mes tras mes ante la intensa sequía de los dos últimos años.

Por ejemplo, en diciembre del año pasado, el pantano de Iznájar tenía acumulados un total de 217,924 hectómetros cúbicos de agua, mientras que la mayor cota la alcanzó el pasado mes de mayo, por las fuertes lluvias registradas en plena primavera, al alcanzar los 302,588 hectómetros cúbicos.

En la última semana, por ejemplo, su nivel apenas se ha incrementado. Como ejemplo, los datos correspondientes al domingo 4 de diciembre desvelaban que el agua almacenada entonces era de 122,434 hectómetros cúbicos; una semana después, esa cifra se queda en los ya citados 127,947.

Pero la situación que atraviesa el pantano más gran de Andalucía no es el único problema, ya que la falta de agua es una constante en el último ejercicio hidrológico a nivel provincia. Como ejemplo, una vez más, solo hay que echar un vistazo a los datos publicados por la CHG. Y es que, el 11 de diciembre del año pasado todos los pantanos de la provincia acumulaban un total de 729,539 hectómetros cúbicos. Una cantidad que fue incrementándose y que alcanzó su cota máxima el 11 de mayo, al reunir hasta 900,145 hectómetros cúbicos. 

Es fácil adivinar que desde entonces apenas ha llovido y esa cifra ha caído casi hasta la mitad desde el pasado mes de mayo; en concreto, la pérdida de agua de los pantanos cordobeses ha sido de 419,538 hectómetros cúbicos. La diferencia anual en términos porcentuales es del 33,87%, lo que representan 244,732 hectómetros cúbicos perdidos.

Pero la pérdida de agua embalsada en Córdoba es mucho mayor si se echa la vista atrás hasta hace justo una década. En este caso y, según los datos que aparecen publicados en la página web embalses.net, esta cifra supera los 1.200 metros cúbicos. Esta web recoge que en esta semana de diciembre de 2012, la cantidad de agua acumulada en los pantanos de la provincia era superior a los 1.700 hectómetros cúbicos. 

300 litros de agua

Ante esta situación, entidades como Asaja Córdoba ya han asegurado que, hasta primeros del próximo año, tendrían que recogerse cerca de 300 litros de agua por metro cuadrado con las lluvias para que su efecto se notara realmente, pues el abanico actual en la provincia está entre los 120 y los 60 litros por metro cuadrado.

Por su parte, ante estas últimas lluvias el secretario general de la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua), ha apuntado que "sirve básicamente para saturar el suelo", pero ha precisado que en el caso de los embalses "todavía se ha notado prácticamente nada" y tiene que seguir lloviendo para que "entre agua de forma significativa".

En esta misma línea, ha reservado que "tiene que seguir lloviendo para que entre agua significativa en los embalses, y llover más en la parte de Córdoba, Jaén, Granada" y ha añadido que el cauce principal del Guadalquivir "tampoco ha incrementado sus caudales, porque la tierra se ha tragado prácticamente toda la lluvia".