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En Andalucía hay provincias sin aeropuerto (Huelva), otras que lo tienen fuera de su territorio (Jaén, que añadió su nombre al de Granada en 2006), también los hay con un tráfico enorme y en aumento (sobre todo el de Málaga), a punto de quedarse pequeño. En otro caso, el de Almería, su existencia se puede considerar un servicio mínimo esencial para paliar las terribles comunicaciones.
Luego hay otras, la mayoría, en las que es necesario inyectar dinero público en las compañías aéreas privadas para garantizar cierta actividad. Uno es el Aeropuerto de Granada-Jaén, ubicado en la capital nazarí, que este otoño es objeto de polémica entre las diputaciones de ambas provincias a cuenta de esas inversiones. La de Granada, gobernada por el PP, reprocha a la jiennense su escasa implicación, mientras que ésta, con el socialista Paco Reyes a la cabeza, mira hacia la Junta para reprocharle el abandono.
En medio de este debate surge una propuesta de luces largas lanzada por el presidente de los empresarios granadinos, Gerardo Cuerva, que implica también al potente Aeropuerto de Málaga, una instalación que si sigue al mismo ritmo se queda pequeña en 2026, dos años antes del inicio de la gran obra de ampliación prevista. Dice el empresario que, estando la instalación granadina a menos de una hora de la malagueña –menos de lo que distan muchos de los aeropuertos internacionales de grandes capitales como París o Londres–, la estrategia más inteligente para todos sería que parte del aeródromo de Granada sirviera como instalación auxiliar de la malagueña. De este modo, la ciudad de Lorca ganaría algunas conexiones directas y la de Picasso tendría más posibilidades de seguir creciendo a medio plazo.
Consciente del recelo entre provincias que algo así genera, Cuerva puso el ejemplo de la habilidad que han tenido durante tantos años los empresarios de Málaga y la Costa del Sol para explotar la Alhambra de Granada, a una hora de sus hoteles. El empresario lanzó otro reclamo al Gobierno para aprovechar mejor esa sinergia: es imprescindible mejorar la conexión entre ambas con un AVE directo. El Ejecutivo de Pedro Sánchez ya se ha pronunciado. Ni hablar; cada provincia a lo suyo. ¿Son luces cortas o hay otros motivos? Se echan en falta explicaciones más profundas, porque el modelo simbiótico podría servir para éste y otros casos en Andalucía, donde los reinos de taifas han dado pocos frutos.
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