La N-432 ha sumado este fin de semana una víctima mortal más por un accidente ocurrido el pasado sábado al paso de esta carretera nacional por las cocheras de Aucorsa, en Córdoba capital. Un choque frontolateral entre dos coches ocasionó dos heridos graves que los servicios de emergencias sanitarias trasladaron al Hospital Reina Sofía, donde finalmente falleció uno de ellos. Otra vez esta vía ha sesgado una vida y ha roto una familia. Y ya son innumerables las veces que ha ocurrido.

Hace años que los alcaldes de los municipios por los que pasa la N-432 llevan pidiendo su desdoble y conversión en autovía. Incluso han convocado varios cortes como protesta ante la impasibilidad de los diferentes gobiernos centrales. Ya fueran de derechas o de izquierdas, todos han dejado pasar este proyecto tan necesario para evitar más accidentes con víctimas, ya sean muertos o con secuelas -físicas y psíquicas- para toda la vida.

La conversión en autovía de la N-432 Badajoz-Córdoba-Granada avanza demasiado lenta. Es un proyecto complejo, una obra magna que, en principio se hará en cinco tramos. Es desesperanzador que para el que confluye entre Espiel y Córdoba los Presupuestos Generales del Estado para 2021 solo contemplen 100.000 euros, lo mismo que ocurre para el tramo Badajoz-Espiel. Para la A-81 Córdoba-Granada (así se llamará la autovía) hay asignadas otras tres partidas de 100.000, 99.000 y 99.000 euros. Se trata de cantidades simbólicas que dejan claro que este proyecto tendrá que esperar otro año más. Y ojalá sea solo uno, porque tal y como está el país por la crisis económica derivada de la pandemia del covid-19 todo indica que esto va para largo.

El desdoble es una necesidad porque un descuido al volante que en una autovía puede ser un susto, en la N-432 puede ocasionar la muerte, tanto propia como de los ocupantes de otros vehículos, porque los choques son frontales y no hay espacio ni tiempo para reaccionar ante una embestida de ese tipo. Por eso, las buenas intenciones del Gobierno central resultan insuficientes. En este caso se necesitan hechos que aceleren el proceso de transformación en autovía. La alta siniestralidad que registra esta carretera nacional -una de las que más accidentes concentran en todo el país- lo requiere.