Turismo para repartir

No voy a defender a los turistas, ya tienen quien los defienda. Agrupaciones empresariales de hoteles y restaurantes, comerciantes de alimentación y otros servicios como ropa, recuerdos y otros. Y todos aquellos que hayan encontrado trabajo por la demanda de plantillas en todos estos establecimientos. Y el sector de los transportes de viajeros, autobuses, trenes y aviones. Y tantos y tantos sectores económicos españoles que resultan beneficiados. Claro que todas estas actividades económicas están pendientes de cada indicio que avisa de que, aunque la temporada va a más en número de visitantes, parece que en gasto total no lo es tanto. Otros ya avisan de que con los altos precios habrá un autoajuste del mercado y que se notan menos ventas. Otros más prudentes dicen que las cuentas se hacen al final de año o temporada. Ya veremos.

Lo cierto es que la oferta turística va en aumento y nadie la deja de lado. Los países y ciudades de economía potente, como París y Alemania, siguen optando por la creación y celebración de acontecimientos. Y que estén repartidos por cuantas más ciudades o lugares. Recordemos la pasada Eurocopa con numerosas sedes para que beneficie económicamente a cuantas más ciudades mejor: la inauguración en Múnich, la fase de grupos en Colonia, Dortmund, Düsseldorf, Fráncfort, Gelsenkirchen, Hamburgo, Leipzig y Stuttgart y la final en Berlín. Y los Juegos Olímpicos que se están celebrando son en París, pero han aplicado al máximo el criterio de recinto abierto, para que la repercusión sea en toda la ciudad. París 2024 cuenta con treinta y cinco sedes, situadas trece de ellas en la capital. Otros doce recintos estarán en el área denominada Íle-de-France, es decir, la región metropolitana parisina, en tanto que diez sedes más se repartirán a lo largo y ancho del país, en ciudades como Burdeos, Nantes, Lyon, Saint-Etienne, Niza y Marsella. Hasta una sede en Tahití, la isla más grande de la Polinesia Francesa, que alberga el surf. En 2030 se prepara un Campeonato Mundial con sedes en Argentina, Marruecos, Paraguay, Portugal, España y Uruguay. Pregunten en Vigo y Valencia lo enfadados que están por quedarse fuera de las sedes españolas.

Muchos se quejan de los turistas, pero nadie quiere quedarse fuera de los grandes acontecimientos que los atraen y su repercusión económica. Y de lo que eso significa en la imagen de los países. Porque el turismo cambió España para mejor. No lo olvidemos.