Las situaciones de crisis como la que estamos pasando en la actualidad son muy propicias para el surgimiento de las ideas paranoico-conspiratorias sobre supuestos proyectos de dominación, seguimiento y control absoluto por parte de los gobiernos hacia los ciudadanos. Vamos, una película. Por desgracia, en las últimas semanas estamos comprobando la desvergüenza y falta de respeto de unos pocos ignorantes que tienen metidas en sus cabezas unas ideas que van contra la ciencia y contra la realidad misma.
Solo tienen que alzar la vista más allá de sus propios ombligos para comprobar lo que realmente se está cociendo: una segunda ola de contagios del covid-19 que puede reventar en otoño, según avanzan los expertos; esos a los que los negacionistas no creen porque, claro, seguramente ellos o cualquiera de los gurús que siguen por Youtube sepan más de ciencia.
Mirando a nuestro alrededor, sobre todo recordando las situaciones que se han vivido en los hospitales y residencias de mayores meses atrás, es difícil cuestionar que vivimos pendientes de una pandemia por un nuevo virus que ha causado casi 775.000 muertes en todo el mundo; más de 28.600 de ellas en España. Se ve que a ninguno de ellos les ha tocado de cerca ni los fallecimientos ni las jornadas maratonianas que los médicos y enfermeras de las UCI han echado meses atrás luchando contra una enfermedad desconocida y que muchos de ellos han sufrido al contagiarse haciendo su trabajo. Algunos incluso han muerto por ello. Lo mismo esas personas que niegan la evidencia del coronavirus tampoco se creen que a Córdoba llegaran desde Madrid camiones de cuerpos para incinerar porque en la capital no daban abasto.
Es muy triste que cuatro iluminados, que se piensan más listos que nadie por ir a contracorriente, estén dudando sobre la veracidad de tanta tragedia. Ellos mismos se ponen en evidencia. Y no hay que olvidar que el malo de esta película no solo es el sistema, sino que los medios de comunicación estamos comprados para crear alarma cuando lo que hacemos es informar y advertir sobre la realidad que estamos viviendo. Allá quien no lo crea, pero que se ponga mascarilla para no echar sus virus a nadie y se lave bien las manos por si acaso es verdad que existe el covid-19.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios