Lo que pasa por revisar

Yo, cuando vi que el árbitro iba para la pantalla, ya sabía lo que iba a pasar, porque siempre pasa lo mismo, porque todos los penaltis que se revisan, todos, pero todos, se acaban pitando, y eso no es que lo diga yo, es que es así, tal y como estoy contando.

Después del partido tan bueno que estábamos haciendo, que parecía que íbamos a empatar en cualquier momento, vaya mazazo que nos pegamos con el VAR, vaya tela. Y sí, es verdad, era penalti, que cuando se ve despacio, no se puede decir lo contrario, pero que les costó verlo, pero tela marinera. Que yo no sé la de tiempo que estuvieron para verlo y pitarlo. Y si a un equipo como el Deportivo, que es un equipazo, hay que decirlo, sobre todo de mediocampo para arriba, le das esas opciones, pues hace lo que sabe, ganar el partido.

En el momento me dio mucho coraje, pero mucho, y luego ya con la repetición me tuve que callar. Pero que lo sigo diciendo, y no por lo que nos pasó el otro día, por todo, que no me gusta el VAR, y que como sigan así van a acabar con el fútbol, que lo tengo más claro que el agua. Y que lo mismo que se equivoca un delantero o un defensa, pues se equivoca un árbitro, como ha pasado toda la vida y ya está, que no pasa nada. Lo digo como lo siento.

Es que si nos pusieran el VAR en la vida, pues ya ves tú la de veces que nos hemos equivocado, pues un millón como poco, y a lo mejor si hubiéramos podido corregirlo pues nuestras vidas serían de otro modo, habrían pasado otras cosas, y no sé si me estoy explicando del todo.

Imaginemos que le damos una mala respuesta a un amigo, o que nos tropezamos y acabamos tirando algo, y tenemos la opción de retroceder unos segundos, justo hasta antes de cuando nos equivocamos, y podemos hacerlo bien. Así cualquiera, seguro que dice alguno, porque sería mucho más fácil que todo lo hagamos bien, cuando lo normal es equivocarse también, y que dicen que es cuando realmente aprendemos, cuando metemos la pata.

En fin, que no sé si me he explicado bien del todo, o solo un poco, pero es lo que pasa cuando revisamos. Pero en la vida, la verdadera, no tenemos un VAR, aunque árbitros no nos faltan. Hasta la semana que viene.