RITA Rutkowski, Juana Castro e Hisae Yanase, tres mujeres fundamentales de la cultura cordobesa de las últimas décadas. Llegaron todas de fuera: una, Juana, de cerca, de la comarca de Los Pedroches, de Villanueva de Córdoba, y las otras dos de lejos, de muy lejos, Rita desde Estados Unidos, país en el que se crió, y de su Japón natal Hisae, tan menuda ella, tan maravillosa en su mundo soleado de creación, de sonrisas y de gatos. Todas de fuera, ya digo, pero todas decididas a quedarse hasta el punto de que aquí hicieron su vida. He tenido la suerte de entrevistarlas a las tres a lo largo de los años y las tres me han abierto las puertas de sus casas, una gran fortuna, grandes sensaciones. Hisae la de su preciosa vivienda aledaña a San Agustín, Rita la de su piso del Campo de la Verdad -con unas vistas maravillosas de la Mezquita y su entorno- y Juana la de su domicilio próximo a la estación de trenes, una casa repleta de libros y de recuerdos. Geografías distintas de la ciudad para tres mujeres ya digo muy distintas en sus afanes y caracteres, pero aún con todo unidas en su lucha persistente, tenaz y decidida por ahondar en sus poderosos mundos creativos sin importar las adversidades ni las necedades que fueron apareciendo por el camino. En el fondo, tres mujeres corajudas, tres mujeres admirables.

La Sala Galatea de la Cosa Góngora les rinde ahora homenaje y un grupo de artistas más jóvenes les reconocen su labor y su influencia con obras inspiradas en el mundo creativo de las tres. Merecido tributo, que en cierto modo viene a reafirmar su posición de magisterio en la cultura cordobesa actual. En el caso de Juana Castro quizá esa condición estaba clara de hace algún tiempo, pero no tanto en los de Rutkowski y Yanase, a las que su condición de extranjeras las dejaba en ocasiones algo así como al margen de las corrientes dominantes. Dice mucho de la ciudad en todo caso que se reconozca lo valioso que llega de fuera, porque difícil sería entender la cultura de esta tierra, y me refiero a la contemporánea, sin el entendimiento de su mestizaje. Juana, Hisae y Rita trajeron su infancia y sus recuerdos y los maduraron y ennoblecieron por estas calles que hoy son suyas. Grandes cordobesas todas.Las tres. Hisae, Rita y Juana.