J. M. Marqués Perales

jmmarques@diariodecadiz.com

La hora europea

No hay una institución militar común para Europa sin cesión de soberanía, éste es el nudo de la defensa del continente

La Unión Europea no firmaba momentos tan estelares desde que acuñó el euro como moneda común. Su receta ante la crisis financiera que comenzó en 2008 fue muy dañina, pero Bruselas reaccionó de un modo muy distinto ante la recesión causada por la pandemia del Covid. Practicó una política económica expansiva, se endeudó como ente por primera vez y salió a asistir a los países más afectados por el coronavirus y la crisis. 70.000 millones de euros recibirá España a cambio de acometer unas reformas que nuestro país debía adoptar por sí solo. La invasión rusa de Ucrania es otro momento similar, Putin nunca llegó a creer que los Veintisiete se fueran a poner de acuerdo en adoptar sanciones económicas tan duras que perjudicarán a su propio PIB, a considerar refugiados a todos los desplazados sin necesidad de trámite administrativo y a enviar armas a Kiev.

Es más, Putin jugaba con la previsible desunión europea para conseguir que Ucrania se mantuviera bajo su capricho. Y se lo trabajó. Contrató al penúltimo canciller de Alemania, Gerhard Schröder, a través de Gazprom; consiguió que la última, Angela Merkel, ordenase cerrar las nucleares para atarse a su gas; alentó todo tipo de populismos de derechas e izquierdas, en Francia, España e Italia; apoyó el Brexit; agitó el independentismo catalán, y respaldó los autoritarismo de Hungría y Polonia. Aunque su mayor éxito lo obtuvo al otro lado de Atlántico: Donald Trump, América, primero, pero tras la senda de Putin.

Ucrania ha hecho ver, por fin, a la Unión Europea que si quiere ser un actor mundial es necesario un sacrificio bélico y económico. Necesita a la OTAN, pero también ser fuerte dentro de la alianza, y eso sólo se conseguirá si cada Estado aumenta su presupuesto militar y, además, se coordinan bajo una institución común.

El menguante gasto de España en Defensa es peligroso, no hay inversión en tecnología ni suficiente personal, el paraguas europeo necesita de muchas varillas. Una es la nuestra. Pero para esto último hay un nudo que resolver, no hay unión que no suponga una cesión de soberanía de los estados nacionales. Las decisiones no se pueden seguir adoptado sólo si están de acuerdo todos los Veintisiete. Cuando Vox reprocha al resto de partidos que España ha dejado de ser soberana en materia energética o militar, lo hace para exaltar un nacionalismo que carece de sentido. España necesita a Europa, aunque España necesite ser más fuerte.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios