Qué bajo hemos caído

Crónica personal

La prueba irrefutable de que Leire Díez no es periodista de investigación es que no tiene la menor idea de cómo se trabaja en este oficio. Mientras preparaba una intervención en la que pretendía demostrar que estaba investigando a la guardia civil para escribir un libro, auténticos periodistas de investigación que trabajan para medios en los que firman sus artículos, contaban las veces que Díez se ha reunido con Santos Cerdán en Ferraz y contaban que ha mantenido al menos un encuentro con la directora de la Guardia Civil, Mercedes González. No es difícil deducir que si la propia directora de la GC se avino a informar sobre las malas artes de la UCO –que es lo que buscaba Leire Díez– fue porque sabía Mercedes González que Leire era persona de confianza del partido. Buscaba información para el partido, concretamente para su secretario de organización Santos Cerdán.

Cosa por otra parte que no puede extrañar a nadie que siga la actualidad política: el sanchismo está utilizando toda su artillería, artillería gruesa, para salvar a los familiares, colaboradores y amigos del presidente, buscando las vueltas a la UCO y a los jueces que cercan al círculo más próximo del presidente de gobierno.

La bochornosa rueda de prensa de Leire Díez, interrumpida por el empresario Aldama que pidió a gritos a Diez que dijera la verdad, y alertando con un “se van a enterar ésta, Santos Cerdán y el presidente de Gobierno”, fue tal escándalo que obligó a intervenir a la policía y se han cruzado denuncias.

El sanchismo está convirtiendo España en un país en el que hay que hacer una limpia en los centros de poder, con algunos despachos ocupados por personas de servilismo bochornoso e irrelevante trayectoria profesional. En el entorno de ese movimiento que presume de progresista se mueven pillos de poca monta, escasa educación y que mienten de forma descarada. No es extraño que García Page haya pedido adelanto electoral y que las generales sean previas a las municipales y autonómicas: el presidente manchego conoce perfectamente el rechazo que provoca Pedro Sánchez en un sector importante del PSOE de verdad, progresista de verdad, y teme que ese rechazo se quiera visualizar castigando a los candidatos que se presentan con las mismas siglas aunque se encuentren en las antípodas de lo que defiende el sanchismo. Plagado de gentes que buscan dinero e influencia aunque eso les obligue a moverse en el filo de la ilegalidad, o caer en la legalidad.

Leire Díez ha pedido la baja “temporal” en el PSOE. Mejor le iría si fuera definitiva: lo que hoy busca Sánchez a lazo son chivos expiatorios. Él no se enteraba de nada, confiaba en sus colaboradores y algunos de ellos le han fallado. Un argumentario ya muy visto.

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