DESDE LA RIBERA

Luis Pérez-Bustamante

Los carteles de Zapatero

SONRIENTE como siempre, con gesto de estar mordiéndose los carrillos, el presidente Zapatero comparecía ayer ante los medios para presentar el Gobierno con el que espera dirigir España los próximos cuatro años. Relajado por la tranquilidad que le supone no haberse rendido ante ningún nacionalismo para ser elegido y consciente de que si juega bien sus cartas en este cuatrienio tendrá mucho ganado para la mayoría absoluta -que lo del PP o cambia mucho o acaba como el rosario de la Aurora-, el líder del PSOE desgranaba un Ejecutivo en el que repiten los pesos fuertes, otros cuantos ministros amplían o varían competencias y entran nuevas caras destinadas a dar una pátina de renovación, juventud y experiencia profesional más que necesaria ente los convulsos tiempos económicos que se avecinan.

De los pesos fuertes hay bien poco que decir. Fernández de la Vega, Solbes, Moratinos y Rubalcaba han sido el apoyo sobre el que el leonés se ha mantenido en sus inicios como mandatario y, aunque el titular de Interior se resistiera casi hasta última hora, todos son conscientes de la relevancia de su papel en este primer bienio del segundo Gobierno zapateril. Después ya veremos.

En el segundo grupo, los que amplían o cambian de competencias, destaca sobre todos Carme Chacón, nueva ministra de Defensa y escaparate máximo de las teorías de Zapatero. No son pocos los que ven en la catalana a un pequeño delfín y los que opinan que verla ante los militares con su colorido atuendo y su avanzado embarazo le granjea a ZP bonitos réditos de imagen. Todo ello, por supuesto, sin menoscabo de la labor que desempeñe.

Y está el tercer grupo, el de los nuevos, en el que se alternan compromisos del pasado del presidente, con guiños al empresariado y sorpresas juveniles de las que impactan. Y aquí es donde me quedo, con Bibiana Aído, terremoto político nacional y sobre todo en el socialismo andaluz que por mucho que diga se encontró la dedignacción hecha. La hasta ahora jefa de la Agencia del Flamenco se salta a varias generaciones de socialistas andaluces y se cuela a lo grande en un ministerio gracias al aval de Rubalcaba. Destinada en sus inicios a fajarse en el Parlamento de Sevilla para luchar por la Alcaldía de Cádiz contra Teófila Martínez, salta a los cenáculos madrileños para lidiar con uno de esos sueños de Zapatero, la igualdad, en el que va a contar con la tutela personal del leonés y el apoyo de todos los lobbies de presión capitalinos. Su nombramiento demuestra que muchas veces las estrategias de partido no son el único camino al éxito. Deja además vía libre a Chaves para conformar un Gobierno andaluz a su medida, sin tener que responder a equilibrios entre sus barones, e incluso le abre la vía para incluir alguna sorpresa en el Ejecutivo autonómico -aunque todos conocemos la escasa tendencia de don Manuel a sorprender-.

Así que ya tenemos cabezas de cartel para los próximos cuatro años, ahora sólo falta que hagan sus cuadrillas. ¿En cuál de ellas estará Rosa Aguilar? Lo veremos en próximos capítulos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios