Nunca antes un club ha encontrado tantas dificultades por querer invertir en cantera. Puede que Carlos González se vaya del Córdoba sin que le dejen cumplir con uno de sus objetivos prioritarios desde que se hizo cargo de la propiedad de esta entidad. La construcción de una Ciudad Deportiva para las categorías inferiores se ha convertido casi en una obsesión para el empresario madrileño y en un problema más político que deportivo para quienes gobiernan esta ciudad. Y es que después de que el cogobierno municipal decidiera revocar el acuerdo de concesión al Córdoba de los terrenos del canal que otorgó el gobierno anterior del PP el problema parece haberse enrocado en los últimos meses. Sin solución de continuidad, el presidente blanquiverde ha puesto fecha de caducidad a la petición que hace ya meses realizó a Pedro García sobre la adquisición de unos terrenos por parte del Córdoba. Y decimos bien. González no quiere cesiones gratuitas. No quiere concesiones administrativas. No quiere que le regalen nada. Quiere comprar. Sólo pide una superficie lo suficientemente grande como para hacer la ciudad deportiva del futuro, pero claro ese tipo de terrenos posiblemente no haya más remedio que tengan que ser rústicos por lo que habría que recalificarlos. Pero para despejar cualquier duda especulativa, el presidente blanquiverde se comprometería a estipular en las escrituras de compra que estos terrenos sólo podrán ser edificados con infraestructuras deportivas. Siendo esto así, ¿dónde está el problema? El club compra el terreno y hace su ciudad deportiva . ¿Qué más podemos pedir? Tras una espera prudencial el CCF tomará una decisión y González dijo ayer que si el consistorio no le responde en 15 días, el club comprará un terreno en la localidad de Encinarejo. ¿Es lo mejor para todos? Tal vez no le den otra opción. Diálogo, por favor.