La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

¡Rabitos de pasas para el presidente Moreno!

Olvida que llegó al cargo por un dedazo de Rajoy, una maniobra que no 'respetó' precisamente la voluntad de la estructura regional

La memoria es siempre una hija interesada, interesadísima, de la política. Por eso aparece según conveniencia de los implicados, por supuesto. Recordaba este aserto al leer que el presidente de la Junta de Andalucía pedía respeto para las estructuras territoriales, después de que el PP andaluz y el mismísimo Juanma Moreno hayan salido desarbolados en el congreso del partido en Sevilla. ¡Claro que sí, presidente, claro que hay que tener tacto con las estructuras regional y provincial del partido! ¿Cómo quiere el presidente que se respeten esas estructuras? Esto es como los solomillos, que el metre te pregunta si quieres la carne muy hecha, en su punto o poco hecha. Pues mire usted, preguntémosle a Moreno ("Llamadme Juanma") si quiere que se respete ahora la estructura regional como él mismo hizo en 2014, cuando todo estaba preparado para que José Luis Sanz, entonces secretario general del PP andalú (éste no es tu referéndum), fuera el nuevo presidente de la formació regional, pero el dedazo de Rajoy y los planes de Moragas, el pijo de la mochila, lo dejaron fuera de la carrera. ¿O acaso Moreno llegó al cargo por unas primarias y yo no me he enterado? Todo es posible. Aquella noche de febrero, Moreno fue hijo de la cultura de la libreta azul. ¡Claro que lo fue! No se nos olvida. ¿Cómo olvidar a quienes trituraron aquella noche los cientos y cientos de avales en favor de Sanz? A mí me sorprendió el dedazo en el despacho de la gran ministra Fátima Báñez por cuestiones que no vienen al caso. Y Sanz pecó de exceso de prudencia al no disputar el cargo en las urnas. "¡Sal del burladero, José Luis!", le dijeron muchos. No quiso. Cultura de partido se llama. Pero ahora el señor presidente de la Junta, con las encuestas y el perfil institucional a favor, se mete en un jardín innecesario al comentar con una evidente carencia de destreza el resultado del congreso del PP sevillano, donde salió derrotado su candidato Juan Ávila en la primera vuelta, después de que su secretaria general ya hubiera despachado in situ la cita con un discurso correcto y diera una enhorabuena de cortesía a Virginia Pérez. Moreno ha parecido un hijo perfecto de la cultura de la libreta azul. Cabría decirle que los tiempos han cambiado en su propio partido, recordarle que es el presidente de todos los militantes, que él mismo pierde cada vez que comenta en esos términos la evolución del partido en Sevilla y que debió participar en el congreso para dejar zanjado el asunto y vivir una Semana Santa feliz.Torpeza se llama. Si yo fuera Juanma buscaría al tío que me ha destrozado el jardín sevillano. ¿Antoñito Sanz, hijo, para que me enredas al presidente? Dedícate a Cádiz. Deja a Juanma hacer lo que mejor hace: gobernar frente a un PSOE despistado.

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