Poesía estival

CERRADOS los despachos municipales por agosto, con la mayoría de nuestros políticos en la playa, a los pocos mandatarios que quedan al pie del cañón por si hay que apagar algún fuego repentino les da por la "poesía estival". No se trata de leer el último lanzamiento de La Bella Varsovia o de revisitar a algún clásico. Lo dijo hace pocos días el vicepresidente primero de la Diputación, Salvador Fuentes: lo de la asistencia de decenas de alcaldes del Partido Socialista y de Izquierda Unida al pleno de agosto de la institución provincial para mostrar su desacuerdo con la subvención de hasta nueve millones de euros para el centro de convenciones de Córdoba capital fue, simple y llanamente, "poesía estival".

Una creación literaria fugaz, de verso libre, para decirle al Partido Popular que no están dispuestos a que la corporación provincial gaste millones de euros para un proyecto de la capital mientras -dijeron los alcaldes- hay que arreglar caminos y carreteras y, sobre todo, se mantiene el problema del desempleo. "Poesía estival" y "cariño" la que también dedicó el propio Fuentes a la Administración autonómica para rebatir a los regidores: "No le vamos a crear ningún problema a la Junta de Andalucía. Otra cosa es que a modo romántico recordemos que tiene que pagar la ayuda a domicilio", dijo. Poema a bocajarro, sin dedicatorias.

Un verso de verano el que también recitó el líder de Unión Cordobesa, Rafael Gómez, al diputado Carlos Baquerín en el último pleno de la Diputación, cara a cara: "Usted lo que tiene que hacer es meterse la lengua donde le quepa". Rima asonante, métrica libre, puro vanguardismo literario. Efervescencia creadora también en el norte de la provincia, con una performance en la estación de la Alta Velocidad de Villanueva de Córdoba, con el alcalde de la localidad, el socialista Francisco Javier Arenas, encadenado a la verja del apeadero para no perder el próximo tren -el primero, en realidad-: "Como una galera romana", lo comparó. "Poesía estival", que diría el vicepresidente de la Diputación. Quizás efecto del calor o tal vez consecuencia del verano, inspiración de poetas y literatos. Como Gerald Durrell, recordando su infancia en Corfú, o como Shakespeare y su Sueño de una noche de verano.