Españoles huyendo a Europa. El opinador que urdió esta frase seguramente no estaba pensando en geografía. Detrás de esta frase hay una gran carga política y conceptual. Efectivamente, España no es Europa aún. Aunque hemos estado muy presentes, en la prensa internacional y no sólo por ganar la Champions. Han sido muchos los titulares dedicados a la vergonzante situación en la que, el partido que gobierna la nación, nos está poniendo: The Times ha titulado con la encarcelación de los cabecillas de la trama de corrupción. Consideran que se trata del caso de corrupción más perjudicial para el Gobierno de Mariano Rajoy.

La BBC destaca que dirigentes del partido y funcionarios del Gobierno han sido declarados culpables, incidiendo en la idea de que el partido condenado es el partido del actual Gobierno. El diario escocés The National titula, directamente, con que el partido de Mariano Rajoy es condenado por corrupción. Russia Today pone el foco en los 351 años que suman las condenas de los 29 acusados, así como la multa para el PP.

Ya nos dedicaron titulares para destacar la huida de la cúpula del gobierno de Puigdemont por no encontrar garantías en España. Después vino el rapero Valtonyc que, a la luz de la Ley Mordaza, incita al asesinato y al odio cuando canta.

Más tarde, sería Zaplana el ministro de Aznar y portavoz parlamentario de Rajoy con sus delitos de blanqueo y malversación, entre otros. En medio de estas tormentas con granizo, sufrimos la seria llamada de atención del Parlamento de Europa, ante la manipulación, por parte del gobierno, de la televisión pública.

Sin duda, huir a Europa, empieza a ser una opción para todos los que no estamos dispuestos a ser siervos. ¿Quién nos lo iba a decir? Huir a la Europa defectuosa y laxa con situaciones tan sangrantes como la de los refugiados.

No, España no es Europa. En Europa, los problemas políticos se resuelven en las cámaras legislativas, no en los tribunales; los debates públicos se dan en los parlamentos, no en televisiones manipuladas; los procesos independentistas se han resuelto, no sin dificultades, con consultas con garantías a la población, no con cargas policiales.

En Europa, las letras de las canciones desagradables se dejan de oír o se condenan intelectualmente, nunca judicialmente. La libertad de expresión no habla de gustos, habla de la esencia de la democracia.

Si hay algún motivo y algún momento para censurar a un gobierno, lo es la primera temporada de la Gürtel y es ahora. A Europa le queda mucho, a España más.

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