Por montera
Mariló Montero
La trama
Confabulario
Lo leímos ayer en estas páginas. El organismo británico pertinente ha aumentado la clasificación por edad de Mary Poppins, debido a que en la película se utiliza el término “hotentote”. Dicho término es el nombre que los holandeses adjudicaron a la tribu surafricana de los khoikhoi, y que acaso guarde relación con la forma sincopada de su habla (Hotentot significa tartamudo en neerlandés). También en la Gran Bretaña, se ha conocido la supresión de una escena en la adaptación teatral de La vida de Brian de los Monty Python. Es aquella, francamente memorable, en que uno de los miembros masculinos del Frente Popular de Judea pide que le llamen Loreta y exige, a continuación, su derecho a parir.
En el primer caso nos encontramos con una infantilización de la sociedad, de carácter administrativo, en la que se disuade a niños y adultos de conocer el pasado tal cual fue, sin la mediación de un organismo de clara vocación doctrinaria. En el segundo caso, se trata de un episodio de autocensura, pues los chicos de Monty Python han declarado que la escena, tras varias décadas sin molestar a nadie, ahora podría incomodar a su público. En fin, sin salirnos de las islas británicas, es Shaftesbury quien dice, muy a comienzos del XVIII, que “un tema que no tolera la broma es sospechoso”. Lo cual, como parece obvio, puede servirnos para el asunto planteado por Loreta ante el Frente de Judea. Un año antes, sin embargo, el conde ha escrito algo de la mayor relevancia y cuyo alcance es universal; “el ingenio jamás será libre si se suprime la libertad de bromear”. En la cuestión concreta de Mary Poppins, repito, se busca suprimir un hecho histórico con criterios ideológicos; en lo que se refiere a La vida de Brian, se trata de reducir la libertad creativa a mera excrecencia de una moralidad coercitiva e infausta.
En tal sentido, alguien podría tener la idea, aquí en España, de “cancelar” términos xenófobos como “maqueto” o “charnego”; o bien los artículos racistas del muy honorable señor Torra. Sin embargo, con ello solo se lograría velar la realidad inhóspita que les da origen. Esto es, se lograría lo contrario de lo que, en apariencia, se pretende. No en vano, deslizar en el escalafón a Mary Poppins no hará que desaparezca la historia de los hotentotes; pero sí, tal vez, la oportunidad de conocerla. El caso de los Monty Phyton es mucho más sencillo: es el sacrificio voluntario de la libertad (perfectamente comprensible, por otra parte), en el ara de las fuerzas retardarias que hoy nos afligen.
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