Monticello
Víctor J. Vázquez
S. La quijotesca
Las dos orillas
Gracias a las vacaciones, la gente se desintoxica de política, y chapotea en las playas sin que vote Txapote. Por culpa de los calores y los incendios, la actualidad informativa ofrece otros puntos de interés. Pero pronto volverán las oscuras aves de mal agüero a volar por este país. Y conviene no olvidar dónde estamos. En un bloqueo para gobernar, que sólo se podría solucionar con acuerdos entre el PP y el PSOE, o convocando nuevas elecciones, a ver si sale algo diferente a la ingobernabilidad. Aparte de eso, hay asignaturas pendientes que pasan desapercibidas. Como el fracaso de un pacto del PP y el PSOE en Ceuta, porque Pedro Sánchez no lo ha permitido, mientras disfrutaba sus vacaciones en Marruecos.
Ceuta es diferente. Ceuta no es como Extremadura, ni como Aragón. Ceuta tampoco es como Cataluña. Ceuta es una plaza de soberanía española que se encuentra ubicada en el norte de África. Ceuta es (o debería ser) una cuestión de Estado, igual que Melilla. Desde Andalucía, se debe mirar a Ceuta con alto interés. Para algunas cuestiones, Ceuta se asocia a la provincia de Cádiz. Igual que Melilla a la de Málaga. El obispo de Ceuta es el mismo de Cádiz, don Rafael Zornoza, ya que existe una diócesis donde se incluye. En Ceuta, hay una Semana Santa estupenda, pero también hay cuatro culturas de origen religioso (la cristiana, la musulmana, la judía y la hindú) que deben convivir. Sin olvidar que la cristiana es la más importante allí, pero que la musulmana está donde está. Buscar la estabilidad es necesario. Es de insensatos hacer politiqueo cutre en un lugar de tan altos riesgos. También influye para las relaciones con Marruecos y el control del terrorismo yihadista.
El presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, del PP, es un político tolerante, serio y equilibrado. Gobierna desde 2001. Ganó las elecciones, con claridad, pero sin mayoría absoluta, con el 34,37%, y tiene 9 escaños. El PSOE consiguió 6, con el 26,98% de los votos; y Vox obtuvo 5, con el 20,64%. Entre el PSOE y Vox sólo hubo 108 votos de diferencia. Vivas puede presidir un Gobierno de mayoría absoluta (más del 54% de los votos) pactando con el PSOE o con Vox. Pero prefiere con el PSOE. ¿Por qué? Porque Vox defiende posturas extremistas. Vivas ya pactó con Vox y sabe que no puede gobernar con ellos. Y no hará como María Guardiola en Extremadura. Para Vivas, no es no, porque no se va a plegar a lo que impongan desde Madrid los del club cavernícola.
Con Ceuta muestra Pedro Sánchez su nulo sentido de Estado. Y se entienden sus vacaciones privadas en Marruecos.
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