No lo puedo evitar, pero me da una cosilla por dentro cuando les dan las vacaciones a los nenes, que yo todavía no lo sé explicar bien. Que ya sé que es por vacaciones y que siempre vuelven y todo eso, pero que se me queda un poquillo de mal cuerpo. Y seguro que si hay algún nene leyéndome está pensando que soy medio tonto o tonto entero, como poco, porque es lo que yo pensaría en su caso.

De la cosa que más me arrepiento del mundo, pero todos los días de mi vida, todos y cada uno, todos, es de haber dejado de estudiar tan pronto. Y no me excuso con lo de que eran otros tiempos, porque realmente los eran, y mis padres no me dieron la matraca para que siguiera en el cole como harían hoy la mayoría de los padres. Esa no es la excusa, fui muy flojo y me fui a lo fácil, esa es la única verdad, y aunque vaya en mi contra la digo, así de claro, que cuando una cosa es no hay que darle más vueltas y ser capaces de decirlo, como lo estoy diciendo yo. Los colegios es lo mejor que les ha pasado a los nenes, eso lo tengo más claro que el agua, porque es el sitio donde se preparan para lo que vendrá mañana, cuando sean ellos los que se ocupen de los asuntos de los mayores. Y mientras mejor preparados estén, mejor para todos nosotros, que eso lo tenga todo el mundo claro, porque es tal cual, que si queremos una buena vejez es la única manera, y no hace falta ser un lumbreras para darse cuenta de esto, claro.

Una cosa que ha cambiado mucho es lo de los nenes en la calle, que eso ya no se ve tanto como en mi época, que estábamos todos, de la mañana a la noche. Yo recuerdo estar en el cine Olimpia hasta las dos de la madrugada, cuando acababa la segunda película, y era un mico, pero chico, pero eso era de lo más normal. Me llevaba un bocata de media barra y un litro de agua fría y a ver una película tras otra sin parar, que no sé yo la de películas que vi de nene. Ya de mayor las he dormido más, tengo que reconocerlo, que como la película no me enganche desde el principio empiezo a pegar cabezazos de un lado para otro, que el verano pasado me tuvo que avisar Soraya para que no me cayese encima de ella. En fin, que se me vienen a la cabeza muchas cosas que tengo en la memoria cuando veo que los nenes han acabado los colegios. Y además es junio, vaya mes más largo, como un día sin pan, pero también tiene sus cosas buenas, pues claro. De la temperatura ya hablamos otro día.

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