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Literatura
Sergio Ramírez Mercado (Masatepe, Nicaragua, 1942) recuerda con alegranza cuando en su época de instituto, su profesora, que entonces era su madre, le abrió la puerta de la poesía. El escritor nicaragüense se familiarizó entonces con los clásicos del Siglo de Oro español y más tarde con poetas como Manuel Machado y Federico García Lorca, siendo el granadino a día de hoy "una lectura permanente". Influencias españolas que comparten una misma lengua con el gran referente de toda Nicaragua, Rubén Darío, considerado en el país de Sergio Ramírez "como un héroe nacional que se respira en todo el país".
Luis García Jambrina (Zamora,1960) mantiene todavía viva la pasión por la que a los 17 años soñaba con ser poeta. Su inspiración entonces fue el poeta zamorano Claudio Rodríguez, quien más le ha acompañado a lo largo de su vida desde que en su juventud lo llevaba a él y a otros jóvenes de la localidad "toda la noche de tasca en tasca" recitando versos. "Lo primero que hice al día siguiente fue ir a la biblioteca y leer a Claudio Rodríguez, del que fui como su hijo adoptivo. Entonces quise ser poeta, pero me di cuenta de que, por muy bueno que yo quisiera ser, jamás sería ni el mejor poeta de Zamora", señala con sentido del humor.
La poesía es innata en Sergio Ramírez (primer centroamericano en ganar el Premio Cervantes -2017-) y en Luis García Jambrina, dos escritores que han mantenido una agradable charla en la sección A dos voces de Cosmopoética 2025. Considerados grandes narradores, ambos tienen espacio en este festival de poesía, pues, como bien ha defendido el autor zamorano, "en los narradores la poesía está muy presente".
El autor nicaragüense se ha sumado a esa defensa, añadiendo que "la poesía y la literatura son sinónimos. El punto, el ritmo y la melodía deben encajar con la lectura y para eso se necesita ser un buen lector de poesía". Para ser prosista, según Sergio Ramírez, es necesario "tener oído musical": "Igual que la poesía, un párrafo tiene que sonar, debe ser atractivo al oído y no disonante". Una reflexión que Luis García Jambrina ha comparado con "la oralidad". El propio escritor español ha asegurado que, "para ver los fallos de sus obras, antes hace una lectura en voz alta".
Este encuentro a dos voces, para los más inspirados de la literatura, podría ser una referencia contemporánea a dos reconocidos autores que transformaron la literatura de su época como Unamuno, de quien Luis García Jambrina ha escrito en sus últimas novelas como El primer caso de Unamuno y la que ha terminado recientemente que se publicará en 2026; y como Rubén Darío, muy presente en las novelas de su compatriota Sergio Ramírez en obras como Margarita, está linda la mar:
"Unamuno también fue un gran poeta, además de ensayista y Rubén Darío dio valor a la poesía de Unamuno, algo que no era muy frecuente en su época porque siempre se menospreció. Si tiras del hilo, tenemos cosas en común que vienen de nuestra pasión por la poesía. Aunque no escriba poesía, está muy presente en mis novelas, que son un homenaje a la literatura en general y a la poesía en particular", ha precisado Luis García Jambrina, quien ha hecho referencia a que ambos países -España y Nicaragua- tienen "una lengua que es patria común y que va más allá de las fronteras".
Hablando de fronteras y del cultivado idioma español, Sergio Ramírez ha recordado cómo "a partir del Barroco", Latinoamérica y España comparten "una corriente literaria de ida y de vuelta" gracias a "una lengua enriquecida por la exportación al nuevo mundo" -Europa- haciendo referencia a autores como el peruano César Vallejo, el granadino Federico García Lorca o el chileno Pablo Neruda para destacar "la grandeza de la lengua hispanoamericana". Un enriquecimiento de la lengua que se muestra en el amplio "glosario de términos que es necesario para entender la lengua latinoamericana" y que traían muchos libros en épocas pasadas, pues "era la misma lengua, pero con énfasis distintos en los diferentes países".
Esos distintos términos que se acuñan en diferentes países latinos y en España se podrían comparar con los anglicismos, cada vez más comunes en el léxico español. Los anglicismos, sin embargo, no sorprenden a un Sergio Ramírez que, como nicaragüense, recuerda cómo las ocupaciones de Estados Unidos a Nicaragua han provocado que en su país "haya muchísimos términos del inglés que son corrientes desde entonces", pues "Centroamérica está muy expuesta a las corrientes culturales de EEUU".
Luis García Jambrina relaciona más el auge de los anglicismos en el español a "las nuevas tecnologías y las redes sociales" sin ser algo que le preocupe "demasiado". Como ha destacado con humor Sergio Ramírez, "quien produce las tecnologías, las bautizan, es la jerga de la tecnología digital. Cuando el español tiene sus propios términos, usarlo en inglés es pretencioso. En España al menos se hace el esfuerzo de pronunciar en español los términos en inglés", ha destacado en Cosmopoética, donde ambos escritores han podido observar "cómo la poesía mueve al público".
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