El podio de las mejores bandas sonoras

El Festival de Música de Cine celebra un debate sobre el mejor tema de la historia del séptimo arte, entre las que destacan los de Morricone, John Williams o Bernard Herrmann

Conrado Xalabarder, Mikael Carlsson, Arturo Díez Boscovich y David Doncel, antes del debate.
Conrado Xalabarder, Mikael Carlsson, Arturo Díez Boscovich y David Doncel, antes del debate.
Á. Alba Córdoba

27 de julio 2014 - 05:00

Aunque "cualquier respuesta es válida al hablar de la mejor banda sonora de la historia", compositores como Bernard Herrmann, Ennio Morricone, Elmer Bernstein o John Williams han aportado algunos de los temas que con toda probabilidad se situarían en el podio ganador. A esta conclusión llegaron ayer los asistentes a la mesa redonda que celebró el Festival de Música de Cine, en la que participaron especialistas del sector cinematográfico como Conrado Xalabarder, Arturo Díez Boscovich, Mikael Carlsson, y el director del festival, David Doncel.

Otro de los temas sobre los que giró esta mesa redonda fue la dualidad entre el concepto y las emociones a la hora de elegir la mejor banda sonora de la historia. El director Díez Boscovich explicó que "todo el arte está relacionado con nuestra vida", por lo que la música de cine también evoca vivencias o momentos personales. Por eso, la banda sonora con la que más identificado se siente es la de E.T.: el extraterrestre, de John Williams, "de cuando se hacía arte con el cine". El director recordó que fue al cine a ver esta película cuando era pequeño y le dio miedo porque "al principio la música es ominosa, el comienzo es terrorífico", pero con el paso de los años descubrió su belleza.

Díez Boscovich basó su elección en la utilización de leitmotiv sobre "la amistad de E.T. y Elliot, el motivo de la soledad de E.T., el motivo de los científicos...". En el filme "la música va creciendo hasta el momento del vuelo con las bicicletas, uno de los más bonitos de la historia del cine". Esta película provocó el "primer momento en el que admiré tanto a un compositor".

Por su parte, Conrado Xalabarder defendió a la música de cine desde el punto de vista conceptual aunque tiene "el máximo respeto por los que la vivís como algo emocional". Este especialista en la materia expuso que "la música de cine es cine, es narración, porque el objetivo del compositor es escribir un guión musical de esa película". Por eso, en su opinión, "el mejor compositor de cine es que deja de ser compositor para convertirse en cineasta".

Xalabarder indicó que "cada uno tiene derecho a vivir la música de cine como quiera", pero "nada hay peor que después de todo el proceso creativo, la respuesta sea 'que música tan bonita'". Sobre la emoción "no se puede discutir porque es una cosa íntima" pero él intenta "llegar a la intelectualización de la música". Esto es, "cuando veo una película voy a su discurso, busco el resultado, lo que la música la beneficia". Debido a la gran responsabilidad que tiene, "el compositor de música de cine es el gran titiritero que mueve los hilos del filme pero el espectador no lo ve".

Aunque Xalabarder se mostró reticente a decantarse por una banda sonora, finalmente destacó a Morricone y en especial Hasta que llegó su hora.

Por su parte, el compositor Mikael Carlsson apoyó a Díez Boscovich asegurando que relaciona la música "con ciertos recuerdos" -en su caso Encuentros en la tercera fase lo traslada a su infancia- pero también "me interesa el proceso intelectual de esa música" porque al finalizar éste, "es interesante ver cómo el espectador queda atrapado por esa creación". Y "es curioso como ese CD cobra una vida propia, externa incluso al filme". Para Carlsson, Atrapado por su pasado o Sospechosos habituales son los de las mejores bandas sonoras de la historia.

Para finalizar, David Doncel hizo un repaso por las bandas sonoras que más le han calado, como Superman, película que fue a ver de niño con su padre y "sentí como volaba con la música de John Williams". Otras de las que destacó fueron las de Star Wars: Episodio V El imperio contraataca, Batman, de Danny Elfman; La gran evasión, de Elmer Bernstein o Conan, de Basil Poledouris, con la que descubrió que "había compositores capaces de radiografiar la vida humana".

Para concluir, Doncel manifestó que tras realizar un análisis, la mejor banda sonora de la historia debe tener un componente pionero, un requisito que cumple Psicosis, con música compuesta Bernard Herrmann.

Además, ayer también se celebró un concierto homenaje a Jerry Goldsmith en el que participaron la Orquesta de Córdoba y el Coro Ziryab, que estuvieron dirigido s por algunos de los compositores invitados, además de los directores Juan Manuel Parra y Arturo Díez Boscovich. Durante el desarrollo del concierto, se hizo entrega de la segunda edición del Premio Elmer Bernstein por la Extraordinaria Contribución a la Música de Cine, con el que se homenajea a uno de los compositores más importantes de la historia del séptimo arte. Los autores ganadores en esta edición fueron Abel Korzeniowski y Rolfe Kent.

El Festival de Música de Cine finaliza hoy con una sesión de firmas en el Palacio de la Merced (12:00), donde los autores tendrán contacto directo con los asistentes y firmarán discos y productos relacionados con la música de cine y el festival. Por un lado, Rolfe Kent y Nani García participarán a las 22:00 en Noche de jazz-una noche, entre copas, una velada que cerrará en el Palacio de Viana este ciclo de conciertos. A la misma hora se celebrará en la plaza de España de Montoro un concierto de la Orquesta Sinfónica del Círculo de la Amistad sobre Grandes éxitos de la música de cine.

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