El mercado editorial español consolida su recuperación y crece por tercer año consecutivo, con un aumento del 2,7% en 2016, hasta los 2.317,20 millones de euros, al que contribuyó un "incremento más equilibrado de las ventas en todos los géneros".

"Queda un trecho largo para alcanzar las cifras de antes de la crisis -en 2008 creció un 30,8%-, pero esa cierta recuperación del año anterior ahora es una recuperación cierta y se ha consolidado", aseguró ayer durante la presentación de su informe anual el presidente de la Federación de Gremios de Editores de España y de la Asociación de Cámaras del Libro de España, Daniel Fernández.

El documento Análisis del mercado editorial en España: comercio interior y exterior revela que se editaron 81.496 títulos, con una tirada media de 2.749 ejemplares por cada uno, y el catálogo editorial español en comercialización ya es de 620.316 libros, con un precio medio de 14,74 euros.

Las exportaciones del sector del libro alcanzaron 571,77 millones de euros, con un incremento del 3,5%, y la balanza comercial del sector da un saldo positivo de 370,45 millones de euros, un 14,2% más que en 2015.

La mejora se apoya en un incremento más equilibrado de las ventas de todos los géneros, especialmente los literarios, tanto de adultos como el infantil y juvenil, y de los libros de texto, como consecuencia de la renovación de segundo y cuarto de Secundaria establecida en el calendario de implantación de la Lomce.

Las librerías y cadenas de librerías continúan siendo los principales canales de distribución del libro, y todos los canales incrementan las cifras de venta a excepción de la venta por correo.

El libro editado en formato digital facturó 117,19 millones de euros, un 1,5% más que en 2015, lo que revela "la ralentización" detectada a escala global en las ventas de este formato. Aun así, el número de títulos digitales editados continúa creciendo: 45.658 en 2016, de los que se vendieron 12,3 millones de ejemplares.

La Federación de Gremios de Editores volvió a reclamar que se dote de recursos a la Comisión de la Propiedad Intelectual para que sus acciones sean efectivas en la lucha contra la piratería.