La directora del Thyssen de Málaga dimite por "incumplimientos"
La marcha de María López y Tomás Llorens, miembro del Patronato de la Fundación Villalón, desata una crisis en el museo dos semanas después de su inauguración


Se trataba del primer gran proyecto cultural que se ponía en marcha en Málaga desde la salida de la carrera por la Capitalidad Cultural de Europa en 2016. El alcalde, Francisco de la Torre, lo vistió como un empeño personal y la baronesa Carmen Thyssen sucumbió a sus encantos. Pero, dos semanas y media después de su inauguración, el Museo Carmen Thyssen-Bornemisza ya está teñido por el escándalo: su directora, María López, y el miembro del Patronato de la Fundación Palacio de Villalón (responsable de la pinacoteca) Tomás Llorens, histórico conservador jefe del Museo Thyssen madrileño, presentaron ayer su dimisión en el Ayuntamiento, lo que deja al centro en una orfandad de difícil resolución. En declaraciones a Efe, López justificó su decisión "en el incumplimiento de determinados pactos" contenidos en su contrato, mientras que Llorens afirmaba que el museo "ha dejado de tener el grado de credibilidad histórico-artística que debería esperarse de un museo de su naturaleza".
Pero fue en una carta remitida a Carmen Thyssen, al alcalde y al resto de patronos donde el historiador, uno de los expertos en arte de mayor prestigio en España, explicó con detalle los motivos de su renuncia a seguir formando parte del proyecto: Llorens afirma que su convicción está motivada "por una serie de hechos ocurridos a lo largo de las últimas semanas". Entre ellos figura uno de "relevancia decisiva" como es el cambio de estructura aprobado y ejecutado en la reunión del Patronato del pasado día 23 de marzo, a la que no pudo asistir. En dicha fecha se acordó "convertir el puesto de director previsto en el organigrama en el de director artístico, y atribuir a un gerente, directamente responsable ante el Patronato, las principales funciones ejecutivas del museo". En la misma sesión se designó como gerente, "de modo discrecional y sin proceso de selección alguno", a una persona que "carece de experiencia en la gestión de museos o instituciones artísticas, cuya ocupación profesional exclusiva a lo largo de los últimos años ha sido de naturaleza política", en referencia a Javier Ferrer, propuesto por el alcalde. Estos acuerdos, que según Llorens han abierto en el museo un grave conflicto interno, "son un síntoma claro de la voluntad del Patronato de relegar en su gestión las cuestiones histórico-artísticas a un nivel secundario". Llorens cree que estos acuerdos son radicalmente incompatibles "con la letra y, sobre todo, con el espíritu, del Documento de Buenas Prácticas, que, adoptado en enero de 2007 por el Ministerio de Cultura, con el acuerdo de las principales asociaciones profesionales del mundo del arte, se considera hoy de aplicación prácticamente obligatoria para la designación del personal directivo de museos y centros de arte". María López Fernández, por su parte, se ha mostrado de acuerdo con las razones expuestas por Tomás Llorens. Fuentes cercanas al mismo Patronato señalaron ayer que la relación entre López y Ferrer ha sido "conflictiva y difícil" desde la llegada del segundo.
La salida de Llorens, justificada con semejante vehemencia, deja al Museo Thyssen, y a la ciudad de Málaga, en una situación comprometida. Llorens es uno de los historiadores e investigadores del arte de mayor prestigio internacional, y su contribución fue decisiva para la proyección del Museo Thyssen en Madrid. Su pérdida, por tanto, es imposible de paliar. Con respecto a sus argumentos, las reacciones se sucedieron en muy distintos órdenes: aunque el alcalde no quiso hacer declaraciones al respecto, otras fuentes municipales vincularon lo sucedido "al contexto estricto del Patronato, en el que el Ayuntamiento sólo representa una vicepresidencia", si bien subrayaron que la fórmula que combina un director artístico y un gerente es habitual en centros de arte "como el Museo Picasso Málaga y el Thyssen de Madrid, al que Llorens estuvo vinculado durante muchos años". La candidata socialista a la alcaldía, María Gámez, afirmó que De la Torre "ha demostrado poca sensibilidad con la cultura".
Más allá de la clave política, la organización del Museo Thyssen emitió un comunicado en el que afirmaba que "de ninguna manera el buen funcionamiento del museo se verá afectado por estas dimisiones, ya que todo el personal de la institución mantiene el ritmo habitual del trabajo". Y en declaraciones a la Cadena Ser, la propia Carmen Thyssen restó importancia a las dimisiones y afirmó que la de María López obedecía a "motivos personales". La baronesa defendió también la presencia de un director y un gerente "como en cualquier empresa, ya que López no está preparada para llevar los asuntos que corresponden a la gerencia". En cuanto a Javier Ferrer, se reafirmó en las declaraciones que hizo el pasado 8 de marzo, cuando se refirió al que fuera coordinador general del Ayuntamiento como la persona "idónea" para el cargo de gerente.
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