Cultura

El circo andaluz se pone en marcha

  • Medio centenar de artistas y compañías de la comunidad se reúnen desde hoy en Málaga para unir fuerzas · Buscan sentar las bases de la Asociación de Circo de Andalucía

¿Existe el circo en Andalucía? La sencilla cuestión es difícil de abordar. Incluso para los propios implicados. La comunidad circense andaluza es pequeña, aunque crece por momentos. Y cree que ha llegado la hora de unir fuerzas y de hacerse notar ante las instituciones y el gran público. Este colectivo quiere afrontar su situación y, desde hoy, unos 50 profesionales se reúnen en Málaga para abordar la creación de la Asociación de Circo de Andalucía.

La idea no es nueva. Cataluña y el País Vasco tienen la suya y Madrid está en camino. Además, la extinguida asociación La Carpa de Pizarra sienta un precedente local con una experiencia de la que sacar conclusiones. Pero sí es la primera vez que todos los artistas se ponen de acuerdo para debatir. "Lo principal en este momento es juntarnos y aunar esfuerzos. Es un punto de partida", explica Alfonso de la Pola, precursor de la reunión y una de las personas con más peso en el circo andaluz y malagueño. "Es difícil que estemos a la altura del cine, el teatro o la danza, pero tenemos que buscarle un hueco y un circuito" afirma el fundador de la compañía Rolabola.

La radiografía circense en Andalucía tiene un diagnóstico claro. Son pocos (apenas una decena de compañías a los que sumar un mayor grupo de artistas individuales), la formación escasea y el apoyo institucional es casi nulo. "Y mucho más si lo comparas con otras zonas como Cataluña", explica Javier García, de la compañía Cía Barré, artista vasco que ha desarrollado su vida laboral en Andalucía.

En torno a la formación gira una de las principales demandas. Los interesados en crecer en el mundo del circo deben salir fuera. Madrid y Barcelona son los principales destinos, pero también Europa, donde la cultura circense es mucho mayor. Un ejemplo: "He estado en las escuelas de Ibiza y Barcelona, he pasado por Londres o Australia, pero no me he podido formar en Andalucía", comenta Francisco Vita, de la compañía Mía Mine & Mr. Vita.

Sin duda la capital formativa andaluza es Córdoba. Los Hermanos Moreno han formado a cientos de personas en sus escuelas de La Carlota y Fuente Palmera, pero son prácticamente una excepción. Su labor es amplia: incluso han introducido las técnicas circenses en los colegios. "Hemos abierto un espacio donde la gente puede aprender o simplemente curiosear. Eso sí, aún queda mucho por hacer", explica Pepe Ciclo, una de las personas que más ha trabajado por el circo andaluz. La falta de formación local hace que las compañías de la región tengan menos técnica que en otras zonas, "pero esa falta de escuelas hace que sean más creativas, que aporten otros aspectos y que haya una gran calidad", añade Daniel Fontcubierta, mitad de los sevillanos Infoncundibles.

Ellos, además, son un claro ejemplo de la ausencia de amparo institucional. Han sido reclamados para participar en un festival en Cuba, pero el viaje lo harán a través de una compañía catalana. "Es la única forma de encontrar una subvención", añade Fontcuberta. Mientras Cataluña dedica 2,4 millones de euros al circo y la Asociación Profesional del Circo de Cataluña (APCC) tiene gran peso, en Andalucía las ayudas a la producción circense son inexistentes, igual que los circuitos específicos (aunque hay excepciones como la Diputación Provincial de Málaga, que sí lo tiene).

"Hay que conseguir que se reconozca como arte escénica, al mismo nivel de la música, el teatro o la danza", subraya Manolo Carambolas, artista malagueño que simboliza hasta dónde puede llegar el circo: venció una de las ediciones del programa Tú sí que vales y su espectáculo es demandado por toda España. El resto de compañías andaluzas también recorren la geografía nacional, con más suerte fuera de Andalucía. "Los ayuntamientos ven nuestros cachés y se asustan, pero mientras pagan bestialidades por otros espectáculos", añaden Los Infoncundibles. "Aquí es más difícil, apenas hay cultura circense", cuenta Jorge Barroso, director de Varuma, compañía sevillana que mezcla el flamenco con el circo. Él avisa: "lo difícil de todo esto es que los artistas se organicen, pero parece que esta vez va en serio". Está en sus manos que el encuentro sirva para crear la Asociación del Circo de Andalucía.

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