El cine dialoga ya en España con el futuro

Durante años, España pareció mirar hacia otro lado en lo que respecta a la revolución que suponía internet para la exhibición de cine. La proliferación de dispositivos diferentes para la visión de películas -no sólo ordenadores, también tabletas o televisores de última generación- no terminaba de materializarse en propuestas que utilizaran los nuevos cauces que traían los avances tecnológicos, mientras en la Red, además, se multiplicaban las páginas que servían descargas gratuitas de títulos. No obstante, el paisaje ha cambiado considerablemente: la oferta legal, cada vez más sólida, empieza a plantar cara a la amenaza de la piratería. Dos de los proyectos que han contribuido a cambiar este horizonte, Filmin (www.filmin.es) y Wuaki (www.wuaki.tv), comentan a este periódico sus experiencias, las aspiraciones y los desafíos que tiene por delante el sector.

Juan Carlos Tous, fundador del sello Cameo y más tarde uno de los responsables de Filmin, explica que fue "la experiencia que estaba viviendo la industria musical en 2005" la que les animó a adentrarse en la Red. "Estábamos convencidos de que pasaría algo similar en el cine y que internet sería el futuro de la distribución", cuenta sobre los orígenes de una web que ha implicado a distribuidores y productoras como Alta Films, Golem, El Deseo, Vértigo o Wanda. Tardaron en consolidarse como alternativa, pero fue por una razón ajena a ellos. "Filmin nació en 2007 y hasta junio de 2010, fecha del lanzamiento de la versión definitiva de filmin.com, tuvimos un camino difícil lleno de fracasos tecnológicos. Hubo que deshacer dos veces el proyecto por incompatibilidades técnicas. En un principio queríamos desarrollar una tecnología propia, pero finalmente acertamos con la idea de considerar el outsourcing tecnológico", apunta.

Superados los obstáculos iniciales, Filmin posee hoy un magnífico catálogo de cine de autor que recientemente superó los 1.000 títulos. Entre los rasgos llamativos del producto, destaca que el usuario puede acceder a estos fondos pagando una tarifa plana -10 euros al mes- y que el interesado puede buscar una película dependiendo de su estado de ánimo, si le apetece "recordar a mi ex pareja", "cine para días de lluvia" o "algo raro, raro, raro", premisas que sugiere la web. "Ante una abundante oferta, el consumidor necesita recomendación y nos pareció que la típica clasificación por géneros no era suficiente", señala Juan Carlos Tous. "Inventamos el estado de ánimo como filtro pero no acabará ahí; tenemos ideas para innovar en formas de recomendación que verán la luz próximamente", adelanta.

Wuaki, entretanto, lleva funcionando como web desde enero tras dos años de trabajo, pero esta iniciativa quiere ser más que una página de internet, como explica Josep Monleón. "Se trata de un servicio Over the top, es decir, Wuaki se disfruta en el televisor a través de la nueva generación de televisiones conectadas o smart tvs". La idea es que los fabricantes de televisores incorporen este servicio en sus aparatos, una meta en la que se va avanzando. "Ahora mismo ya estamos en LG, y Wuaki estará presente en cuatro fabricantes de aquí a final de 2011", afirma Monleón. Además, anuncian desde este distribuidor de contenidos, en las próximas semanas lanzarán "un Set Top Box para poder acceder a Wuaki.tv desde los televisores que no tienen conexión a internet". El respaldo de grandes estudios como Warner, Paramount, Sony y Disney, y de empresas independientes como Vértice, Filmax y La Central Digital, hace posible que Wuaki exhiba éxitos como Tres metros sobre el cielo y Harry Potter y las reliquias de la muerte tanto como cintas indies -Napoleon Dinamyte, Chloe- o clásicos del calibre de Desayuno con diamantes y La semilla del diablo. Algunos títulos se pueden ver gratis, "algo que nos permite tener tráfico y posibilita que la gente pruebe el servicio sin tener que pagar. Si queda satisfecho se convierte en usuario de pago", defienden desde Wuaki.

Monleón aclara que es de nuevo la dificultad de la tecnología, y no las presiones de las cadenas convencionales, lo que ha frenado la extensión de plataformas que conciben los televisores como su destino. "Se debe tener un equipo tecnológico de un nivel muy elevado para integrar un servicio como Wuaki.tv en un televisor. Esto no está al alcance de muchas compañías, y además requiere de un periodo de desarrollo bastante elevado", argumenta.

Pese a los progresos que se están registrando, el sector del Vídeo Bajo Demanda afronta aún desafíos importantes. "Necesitamos reglamentación para su desarrollo", se lamenta Juan Carlos Tous, de Filmin. "No hay mercado cuando no se establecen unas normas y hoy, en nuestro país, la piratería tiene unas dimensiones que hacen inviable un mercado legal próspero. No sé si será a través de la llamada Ley Sinde o de otra forma pero estoy convencido de que habrá reglamentación y que la disposición de obras sin permiso de los autores se reducirá permitiendo que negocios legales crezcan". La adquisición de derechos de distribución es también un tema espinoso. "En Estados Unidos, el 80% de la producción está en manos de las majors y sus filiales, mientras que en Europa el producto está en manos de muchos independientes. En USA, alcanzando un acuerdo con seis compañías, puedes ofrecer el 90% del producto mientras que, por ejemplo en España, necesitas alcanzar el acuerdo con más de 100 agentes", detalla Tous.

Desde los dos proyectos sostienen que es compatible la exhibición en internet y en salas. "Los exhibidores dan trabajo a mucha gente", dice Monleón, convencido de que los cines no van a desaparecer, aunque "cambiará la manera de ver películas en las salas, con formatos como el digital y el 3D". Algún día, pronostica, "se podrá compatibilizar el estreno en salas y en la red, pero para que esto suceda en España el mercado digital aún debe madurar mucho".