El "coloso artístico" de San Agustín vuelve a latir en el corazón de Córdoba
Patrimonio El templo ha sido objeto de una minuciosa restauración
La iglesia, una de las grandes joyas del barroco cordobés, reabre sus puertas después de tres décadas de cierre · La consejera de Cultura cree que la ciudad se reencuentra consigo misma con esta recuperación.
Con emoción, con recuerdos, con poesía y silencio el barrio de San Agustín se reencontró ayer con su iglesia. Han sido necesarios más de dos años de obras y una inversión de 3.601.237 euros por parte de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía para que uno de los templos más singulares de Córdoba (un "coloso artístico", como lo definió la consejera, Rosa Torres) reabra sus puertas después de tres décadas de cierre. "La espera ha merecido la pena", señaló el alcalde, Andrés Ocaña, frente a las decenas de ciudadanos, la mayoría residentes del barrio, que asistieron al acto inaugural.
La apertura de San Agustín, según Torres, "supone un verdadero descubrimiento, un estreno absoluto para las nuevas generaciones de cordobeses" y un emotivo reencuentro para los que ya conocían este templo, que no sólo podrán disfrutar de una iglesia "en perfecto estado de revista" sino que además apreciarán "algunas de las sorpresas encontradas durante los trabajos de restauración", que constituyen nuevos alicientes a la hora de visitarla: sobre todo, pinturas murales que se daban por perdidas y tallas que ahora ocupan un lugar destacado.
La "voluntad política" y "el rigor y la capacidad" del equipo que ha llevado a cabo la restauración, añadió Torres, ha dado como resultado la recuperación de un templo que representa "una joya del barroco que hunde sus cimientos en el ojival silencio de lo gótico". San Agustín, construida en el siglo XIV y de traza gótica en sus inicios, "no siempre ha recibido el trato que merecía". Su decadencia comenzó hace dos siglos, con la invasión napoleónica, cuando fue convertida en cuadra y granero y sufrió grandes desperfectos.
Torres explicó que, con esta intervención, su departamento sigue trabajando para que "Córdoba se reencuentre consigo misma, se sienta como una auténtica capital cultural" y refuerce su candidatura a la Capitalidad Cultural Europea de 2016, "objetivo al que desde la Junta de Andalucía, y en especial desde la Consejería de Cultura, seguimos contribuyendo con todas nuestras fuerzas".
Las obras de restauración del templo, incluidas en el apartado de rehabilitación de bienes inmuebles del programa Andalucía Barroca 2007, han consistido en la intervención completa en las naves y las cubiertas, la consolidación de la torre y la renovación de revestimientos interiores y exteriores. Asimismo, se ha llevado a cabo la restauración de la decoración de yeserías, las pinturas murales, el conjunto retablístico, los frontales del altar de mármol, la carpintería del coro y el púlpito de madera, a lo que hay que añadir la reconstrucción de la decoración de la torre del campanario sobre la base de restos de color.
Estas obras, que han hecho posible que la iglesia luzca en todo su esplendor, fueron interrumpidas durante cinco meses en 2007 con motivo de la exposición El fulgor de la plata, una de las seis muestras monográficas organizadas por la Consejería de Cultura dentro del programa Andalucía Barroca, una iniciativa "enormemente ambiciosa" con la que la administración autonómica "quiso revisar y dar a conocer en toda su dimensión uno de los momentos más determinantes de nuestra historia", según Torres. La inversión total de este programa en Córdoba fue de seis millones de euros, de los cuales más de 3.600.000 fueron para las obras del templo.
En el proceso de rehabilitación de la iglesia se descubrieron nuevas pinturas murales bajo encalados y repintes, pertenecientes al siglo XVII y que representan escenas de la nobleza de la época -posiblemente, mecenas- y a San Agustín ordenado obispo Padre de la Iglesia. También se revelan pinturas decorativas que representan ricos tapizados, follajes vegetales y cortinajes pertenecientes al siglo XIX. Asimismo, se ha dotado al templo barroco de las instalaciones necesarias para su uso y su funcionalidad religiosa y cultural, para lo que se ha procedido a la renovación de la instalación eléctrica y de fontanería y el sistema antirrobo y contraincendios.
La recuperación de la iglesia, según el alcalde, es "un paso decisivo en la rehabilitación integral del barrio", que incluye también una intervención en la plaza y la construcción de un centro de día de mayores. Por su parte, el vicario general de la Diócesis de Córdoba, Fernando Cruz-Conde, destacó la buena noticia que para Córdoba supone la reapertura de un templo "en el que desde la belleza se llega a la fe". Y, citando a Dostoievski, recordó que "el mundo se salvará por la belleza", sobre todo por "la belleza del amor".
Cruz-Conde informó de que el administrador apostólico de Córdoba, Juan José Asenjo, que ayer no pudo estar presente en la inauguración por cuestiones de agenda (también es arzobispo coadjutor de Sevilla), será el encargado de oficiar la primera misa de esta nueva etapa del templo el próximo 7 de octubre, festividad de Nuestra Señora del Rosario.
La iglesia de San Agustín es un claro ejemplo del llamado barroco epidérmico, ya que a pesar de haber sido construida a comienzos del siglo XIV con un estilo gótico inicial -del que aún se conservan caracteres góticos fernandinos tan comunes en Córdoba-, sufrió una gran transformación barroca en 1623 influenciada por Hernán Ruiz. Está estructurada en tres naves -dos laterales y una central de mayor tamaño y altura que las anteriores- y presenta una portada del siglo XV. La torre, con dos cuerpos de campanas, fue construida en el siglo XVI.
De este templo destacan la bóveda de la nave central, profusamente decorada con yeserías y pinturas murales que representan escenas del Credo, y la Inmaculada -del siglo XVII-, situada en el coro y atribuida a Cristóbal Vela. También cabe señalar la riqueza patrimonial de los retablos, la carpintería, las pinturas y los altares.
En los pilares que dan paso de la nave central a las laterales están representados los profetas y escenas de la infancia de Cristo como la Adoración de los Magos, la Adoración de los Pastores, la Presentación en el Templo y Jesús ante los Doctores. El programa iconográfico de la iglesia es muy completo y ha sido atribuido a distintos artesanos.
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