Literatura

José Calvo Poyato narra en su nueva novela la vida de Elcano tras la primera vuelta al mundo

  • En 'La travesía final', cuenta "qué ocurrió en aquella España con Elcano como protagonista principal"

José Calvo Poyato, durante la entrevista.

José Calvo Poyato, durante la entrevista. / Rafa Alcaide / Efe

El escritor e historiador José Calvo Poyato (Cabra, 1951) reconstruye en una novela histórica la vida de Juan Sebastián Elcano tras regresar de la primera vuelta al mundo, un personaje al que "la historia se lo traga" tras protagonizar la gesta atribuida erróneamente al portugués Fernando de Magallanes.

En La travesía final (Harpercollins, 2021), que sale a la venta el próximo miércoles, Calvo centra "qué ocurrió en aquella España con Elcano como protagonista principal", donde el navegante de Guetaria logra de Carlos I uno de sus dos deseos, "ser el almirante, el capitán general de una de las armadas, pero de una manera muy especial".

El otro, un hábito de la Orden de Santiago, que "era algo que daba un prestigio social enorme en la época", no le fue concedido por el emperador.

El escritor egrabrense está dedicado ya por completo a la escritura, casi en exclusiva a la novela histórica, algo a lo que se dedicó a principios de la década de los noventa del siglo pasado en contra de la opinión su mujer, Cristina Pallarés, que le decía que ahora que era un historiador serio, con cierto recorrido, cómo se iba a poner a escribir novelas.

Entonces, además, era alcalde de su pueblo, con más de 20.000 habitantes, en ocasiones diputado en el Parlamento de Andalucía por el Partido Andalucista y cuando no, enseñaba historia al alumnado del IES Aguilar y Eslava.

Así lo confiesa, y explica que La travesía final es continuación de 'La ruta infinita' (Harpercollins, 2019), en la que narró los prolegómenos de la primera vuelta al mundo y en la que persiguió, sobre todo, dejar muy claro que le parece "un error muy grave atribuirla a Magallanes".

"Magallanes no dio la primera vuelta al mundo; más aún, Carlos I le encomienda que encuentre un paso para ir del Atlántico al Pacífico y que abra una ruta a las islas de las Especias pero le prohíbe de manera expresa, de manera taxativa, que entre en aguas de lo que se llamaba el hemisferio portugués, debido a que castellanos y portugueses se habían repartido el mundo en el Tratado de Tordesillas, el hemisferio occidental era de uno y el hemisferio oriental era de otro", expone.

Elcano, que se queda al frente de la única nave que se mantiene en la expedición, y Gonzalo Gómez de Espinosa deciden, a la muerte de Magallanes en la isla de Mactán, en la actual Filipinas, hecho del que José Calvo recuerda que el próximo 27 de abril se cumplen quinientos años, "meterse en aguas del hemisferio portugués".

"Lo que nos ocurre como españoles es que somos muy aficionados a no defender los posicionamientos de nuestra gente", opina Calvo.

Ahora, La travesía final, la vigésima séptima novela histórica del autor desde 1994, recrea "cosas interesantísimas" que pasaron en España y a Elcano entre 1522 y 1526, sobre una época de la que hay "muchos datos, de Elcano menos".

Del marino, dice, "conocemos su testamento", y se sabe que tenía dos hijos de mujeres diferentes, sus devociones religiosas y que participa en las Juntas de Elvas-Badajoz entre castellanos y portugueses que trataban de delimitar la línea que separaban los dos hemisferios en los que se habían repartido el mundo, porque en ello se dilucidan las islas de las Especias, que "daban tanto dinero en la época, creo que más que el petróleo en nuestro tiempo, que nadie estaba dispuesto en renunciar a esa posibilidad".

A juicio de Calvo, "una novela, para que sea novela histórica, tiene que cumplir una serie de requisitos que la obligan a ser fiel a los acontecimientos", aunque se puedan "crear situaciones que no existieron nunca, pero eso forma parte de la creatividad".

Otra cosa, enfatiza, es “el marco histórico, el ambiente, las costumbres”, que hay que respetar, e incluso “algunos aspectos del lenguaje que le den cierto aire de época”, por lo que está convencido de que “hay que ser muy cuidadoso porque, además, el lector de novela histórica es muy exigente y en el momento en el que se comete una pifia, la detecta”.

Conocida es la de Lindsey Davis al introducir en una de las investigaciones del detective Marco Didio Falco en la antigua Roma la elaboración de un puchero de patatas, cuando el tubérculo no llegó a Europa hasta el siglo XVI.

José Calvo Poyato es de los que, pese a sus diecisiete novelas y a su buena lista también de ensayos históricos publicados, aún siente algo especial cuando recibe el primer ejemplar de un nuevo libro. "Acaba de llegarme el primer ejemplar de 'La travesía final', escribía hace unos días en su perfil de Facebook y, "pese a que ya se es veterano en esto, tener en las manos el trabajo de muchos meses sigue siendo algo muy especial" porque "cada libro tiene su propia historia antes de nacer". 

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