Julio Iglesias, el cantante español más internacional, actúa mañana viernes en Lucena en medio de una gran expectación. Ajeno a modas y tendencias, se mantiene en el estrellato desde la década de los 70 y pronto lanzará un nuevo disco con todos sus éxitos regrabados. "Antes cantaba regular, pero ahora canto bien", bromea.

-El viernes se reencuentra con su público cordobés después de dos décadas sin pasar por aquí, ¿cómo espera ese momento?

-Nunca hablo de reencuentros. Voy a cantar con pasión. Es un privilegio para mí que el público me siga esperando como lo hace.

-Sus seguidores llevan varios días acampados debido a que todos los hoteles de la zona están llenos. ¿Cómo vive todo esto?

-Eso me da una ansiedad...

-¿Se sigue poniendo nervioso cuando se sube a un escenario?

-No, no me pone nervioso. Me emociona, cantar siempre me emociona.

-¿Cómo es el público andaluz? ¿Echa de menos Andalucía cuando está fuera?

-El público andaluz es alegre, aplaudidor... Echo mucho de menos España, y Andalucía es una parte imprescindible. Aquí tenemos ese sol con esa energía que falta en el resto de Europa.

-¿Cómo va a ser el concierto? ¿Se escucharán sus canciones más conocidas?

-Voy a cantar desde a la abuela hasta a la hija. Desde Abrázame a Hey, desde Soy un truhán a Agua dulce. Y van a ver que canto mucho mejor que antes [ríe].

-Este año ha girado por toda Europa y por Estados Unidos y Canadá. ¿Nota el cansancio?

-Al contrario, me canso cuando no canto. La sangre circula mejor cuando estoy en un escenario. Un artista tiene que divertir a la gente, entretenerla...

-En la ceremonia de los premios Grammy de 1984, le entregó a Michael Jackson el premio al Mejor Artista del Año. ¿Cuál cree que es el secreto para que el éxito no consuma a un artista?

-La voluntad y la disciplina son lo importante. Y luego está el lado creativo, hay que ir mezclando los colores...

-¿Cuánto tiempo dedica Julio Iglesias a la composición o a estudiar nuevas canciones?

-Yo ya no escribo. El lado creativo es como un árbol que se va secando. Y hay gente que escribe muchísimo mejor que yo.

-Usted ha vendido 350 millones de discos...

-No he vendido nada...

-Lo dicen las hemerotecas. Ha batido todos los récords, tiene un disco de diamante. ¿Qué le queda por conseguir?

-Todo eso no significa nada. Para mí lo importante es aprender, interesarme. Voy a cantar hasta que me muera. Y aunque no llene grandes estadios, siempre habrá algún club pequeño en algún lugar del mundo. No tengo problema para eso yo. El día que pierda la pasión, lo dejaré. Todos los fotógrafos tienen el mismo diafragma y la misma luz, y la técnica es importante. Pero todos no hacen las mismas fotografías. Los distingue la pasión.

-¿Sigue siendo Julio Iglesias ese un truhán y un señor, como dice su canción?

-No... Bueno, yo soy de todo y de nada. Soy el resultado de 67 años con una terrible gratitud por haber nacido. Nací chillando, porque fue por cesárea, y desde entonces no he callado.

-¿Qué significa para usted Andalucía? ¿Qué le inspira para su música?

-Andalucía y España están en mi sangre. Mis abuelos nacieron en la Palma del Condado en Huelva y la parte de mi familia también es de Galicia. Así que yo tengo un poco de celta, de mozárabe, de judío... Y todo eso está en mi alma y en mi música. Puedo cantarte soleás si quieres... [tararea] ¿Crees que Frank Sinatra habría querido cantar conmigo si no fuera capaz de cantar soleás?

-Pero nunca se le ha visto en un tablao cantando flamenco.

-Hay gente que lo hace muchísimo mejor que yo... [ríe].

-Muchos cordobeses veranean en la playa de La Carihuela en Torremolinos, donde usted se recuperó del gravísimo accidente de tráfico que sufrió en su juventud. ¿Qué recuerdos le trae esta playa malagueña?

-La Carihuela era una zona donde te podías pasear con mucha tranquilidad. Y luego Torremolinos se convirtió en la primera base sólida en España para los turistas que venían de fuera. Lo recuerdo como un sitio precioso. Fui allí feliz. Fue un lugar mágico porque di mis primeros pasos después del accidente. Allí compuse La vida sigue igual.

-¿Y la vida sigue igual que cuando empezó su carrera musical?

-Sí, los que cambiamos somos las personas.

-¿Sigue las noticias de España ?

-Sí, pregunta lo que quieras.

-¿Qué le parece la operación policial que hubo a principios de verano en la SGAE y las detenciones que se produjeron?

-No estoy metido en ese engranaje... Lo que la Justicia diga.

-¿Y el movimiento de los indignados? ¿Comparte sus reivindicaciones?

-Sí, entiendo a los jóvenes. No es justo que en España haya un 40% de jóvenes sin trabajo y que el 21% de toda la población esté en paro. Eso no es recesión, es un país en depresión. Y lo que se necesitan son cambios inmediatos y no a largo plazo. Puede que los cambios no vayan a producir una mejora inmediata, pero hay que intentarlo.

-¿Habla de política con su familia y con sus amigos? Sus canciones son básicamente de amor.

-Hablo de política todos los días, y de amor todas las noches.

-¿Y los problemas económicos le afectan a una superestrella?

-A mí lo que me apena es comprobar que lo que debieran ser valores universales, como la educación y la sanidad, no lo son casi en ningún lugar del mundo.

-Está a punto de sacar un disco con todos sus éxitos regrabados. ¿Es un nuevo renacimiento?

-Yo empecé cantando regular, y así seguí hasta hace unos años. Ahora canto bien, por eso hemos hecho las nuevas grabaciones.

-¿No se escucha entonces en los discos de sus inicios?

-No me gusta eso...