Cultura

Los poemas de Ginés Liébana que quedaron inéditos por la pandemia ven la luz

El creador Ginés Liébana en una imagen de archivo.

El creador Ginés Liébana en una imagen de archivo. / El Día

Los poemas que no quiso publicar en plena pandemia el pintor y escritor Ginés Liébana, que fue el último miembro vivo del Grupo Cántico de Córdoba, ven ahora la luz de forma póstuma tras la muerte del artista el pasado 31 de diciembre a los 101 años. 

Liébana nació en Torredonjimeno (Jaén) el día 2 de marzo de 1921, pero a los cinco años se trasladó junto a su familia a Córdoba, donde conoció a Juan Bernier, Ricardo Molina y Pablo García Baena, con los que fundó la revista Cántico. Él y el también pintor Miguel del Moral -que se unió poco después-, se encargaron de la grafía, de las ilustraciones y del diseño de la publicación, que tuvo 21 números de vida.

Los textos han sido reunidos en el cuaderno La caspa, incluido en la colección Arroyo de la Manía del editor malagueño Rafael Inglada, que realiza una tirada de solo 50 ejemplares de cada número. 

"Quería haber publicado los poemas con motivo de su centenario en 2021, pero por la pandemia Ginés se negó y se retrasó", explica en una entrevista Inglada, que recibió el permiso de forma verbal todavía en vida del propio Liébana y ahora ha tenido la aprobación de su hijo Mateo. 

Liébana le envió los originales en aquella primera tentativa de publicación e incluso escribió una breve nota para el cuaderno, señala el editor. 

"Ginés Liébana, enano marginal de lujo, esteticisto clandestino, que ha permanecido largo tiempo en la zeta de zu zilenzio sin caducar, por ser de azero inoxidable, escribiendo, pintando y demás derivaciones de lo mismo, sin saber si era pintor o escritor", se define a sí mismo el artista al inicio del cuaderno. 

Según Inglada, el poeta y pintor de Cántico veía aquellos poemas como "algo divertido" y, en los momentos más duros de la pandemia, no le parecía "apropiado" publicarlos, por lo que decidió esperar. 

"Le había pedido algunos poemas para publicar en Arroyo de la Manía y él me buscó estos, porque tenía una obra poética y muy vasta. Escribía todos los días y lo hizo hasta el final de su vida, mientras que la pintura ya la había dejado", apunta. 

En los textos que recoge el cuaderno "está el mundo surrealista y onírico que él siempre tenía", resalta Inglada, que añade que Liébana "es considerado sobre todo pintor, pero también tiene muchos adeptos como escritor", y en ambos campos "tiene un universo muy marcado". 

Inglada mantuvo una larga amistad con Liébana e incluso editó en 1987 unos versos del poeta de Cántico dedicados a Marlene Dietrich que, según descubrió años después el editor, fue el primer poema que este autor publicó en su vida. 

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