Genial artista hasta el final, e incluso tras su muerte y en su despedida en Córdoba, donde ha sonado el clásico tema La chica de Ipanema en pleno cementerio de San Rafael. Así ha sido el penúltimo adiós a Ginés Liébana (Torredonjimeno, Jaén, 1921 - Córdoba, 2022), en un acto que ha contado con la asistencia de numerosos familiares, amigos y representantes políticos, y donde la música ha tenido un gran protagonismo, además de la poesía. 

Su estancia en tierras brasileñas a partir de 1950 ocupa parte de su biografía, tanto que en esta despedida también ha sonado Brasil, interpretado por un quinteto de metal de la Orquesta de Córdoba, que ha levantado el aplauso de los asistentes, entre ellos, familiares de Pablo García Baena, uno de los poetas con quienes fundó la revista Cántico. 

El acto, además, ha servido para que la inauguración del Paseo de los Ilustres en el camposanto de San Rafael, una iniciativa llevada a cabo por la empresa municipal de cementerios (Cecosam), y que contará con un busto de la imagen de Liébana, tal y como ha indicado su presidenta, María Luisa Gómez Calero.

Mateo, hijo de Ginés Liébana, ha participado en el acto y ha agradecido la asistencia de tantas personas, familiares y amigos, entre ellos, el guitarrista cordobés Vicente Amigo. En su intervención, en la que no ha perdido la sonrisa en ningún momento, y con las cenizas de su progenitor en una urna hasta que parte de ellas han sido depositadas en el camposanto, se ha mostrado muy emocionado por la respuesta encontrada.

Así, ha recordado que durante la estancia de su padre en el hospital, en los días previos a su fallecimiento, hablaron "mucho de estar en Córdoba" tras su muerte. "Estoy contento que los amigos estén aquí y que nos acompañéis", ha añadido. Tras sus palabras, ha sonado La chica de Ipanema. 

Un momento de la actuación del quinteto de metal de la Orquesta de Córdoba.

A continuación ha tomado la palabra el escritor Raúl Alonso, quien ha optado por leer el poema Rincón. "Le he dado vueltas a una oración que Ginés escribió siendo joven en 1946 y que he rescatado de uno de sus diarios de juventud". Unos versos que, según Alonso, expresan de "forma muy bonita su naturaleza como persona anhelante". También ha recordado la figura del genial artista y sus ganas constantes de conocer a gente a lo largo de toda su vida. Tras sus palabras, ha sonado Brasil.

El escritor y pintor falleció el último día de 2022 a los 101 años en Madrid. El artista se encontraba ingresado en un hospital de la capital de España aquejado de un problema respiratorio que le había ocasionado diversos problemas.

Justo cuando cumplió un siglo de vida, el alcalde de Córdoba, José María Bellido, estuvo con Ginés Liébana en Madrid y este miércoles en su despedida no ha faltado. Bellido ha dado lectura a un poema de Eduardo García, tras el que ha celebrado la vida del autor.

Así, ha destacado que disfrutó "de una vida centenaria", al tiempo que ha recordado la visita que hizo cuando cumplió los 100 años. En aquel momento, ha indicado el primer edil "descubrí un lugar místico del artista incansable que mordió la vida a cada instante". 

Este acto, ha continuado, es "un pequeño homenaje a una personaje fundamental, el mejor homenaje que merece es el recuerdo; Ginés es ejemplo de que la vida es un regalo", ha concluido. 

La música ha puesto el broche de oro a esta despedida, con dos obras de Bach, Andante y Allegro,

Biografía

Liébana nació en Torredonjimeno (Jaén) el 2 de marzo de 1921, pero a los cinco años se trasladó junto a su familia a Córdoba, donde conoció a Juan Bernier, Ricardo Molina y Pablo García Baena, con los que fundó la revista Cántico. Él y el también pintor Miguel del Moral -que se unió poco después-, se encargaron de la grafía, de las ilustraciones y del diseño de la publicación, que tuvo 21 números de vida. 

Vicente Amigo, en la despedida a Ginés Liébana.

Pintura y poesía se retroalimentan en la obra de este genial artista, cuyos trazos denotan un surrealismo onírico y respeto por la tradición andaluza. Su pintura es mágica, simbólica y refleja su gran sensibilidad.

A partir de los años 50, Liébana viajó por diferentes países como Brasil, Portugal, Francia, Suiza e Italia para instalarse en Madrid en la década de los 60. Aún así, siempre estuvo unido a Córdoba, que lo inspiraba y a la que volvía cada vez que tenía ocasión.

Ilustraciones, collages, pintura, poesía, narrativa, teatro, escenografía... Liébana fue un artista total, brillante, carismático, vital, irónico y de personalidad arrolladora. Algunas de sus obras son Donde nunca se hace tarde, El libro de los ángeles, El mueble obrero: (redoble bárbaro), El navegante que se quedó en Toledo, Resucita loto, Bye, bye, lágrimas, La tarde es Paca y La equis mística.

Entre sus reconocimientos destacan la Medalla de Oro de Bellas Artes por su magna trayectoria creativa, que recibió en 2005. En 2010 fue nombrado Hijo Adoptivo de Córdoba y el 28 de febrero de 2011 recibió la Medalla de Andalucía.