Cultura

España es tercera en una Lista Mundial marcada por desequilibrios

Italia y China lideran la Lista de Patrimonio Mundial, en la que España es tercera con 44 referentes. Este censo da prestigio y proyección, pero no está libre de carencias y "desequilibrios". Así lo señaló ayer, en la primera intervención de la jornada, Elisa de Cabo de la Vega, subdirectora general de Protección del Patrimonio Histórico del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. "La Lista de Patrimonio Mundial no es representativa de la riqueza patrimonial de la humanidad", afirmó la experta.

Hay notables desequilibrios geográficos (la relación es claramente "eurocentrista") y por categorías (los bienes culturales están muy por encima de los naturales y los mixtos), hasta el punto de que el Comité de Patrimonio Mundial ha establecido una serie de "directrices" que permitan atenuarlos en los próximos años, entre ellos el impulso a la presentación de candidaturas "en categorías poco representadas".

"España es una potencia en patrimonio", destacó la experta, que recordó que el acceso a la Lista de Patrimonio Mundial "es un proceso muy largo y muy costoso" para el cual hay que acreditar el "valor universal excepcional" del bien "con un expediente grueso y con un análisis comparativo que cada vez se hace más complicado porque hay que demostrar que ese sitio es diferente a los que ya están inscritos", que en total son actualmente 1.031.

La especialista considera que España debe aspirar también a ser "puntera" en "la gestión de los bienes", de tal manera que pueda "aportar modelos a la comunidad internacional". Porque "una vez que un bien está inscrito en la lista, el proceso no termina, casi comienza: tú has adquirido una responsabilidad y tienes que asegurar que ese bien sigue teniendo las mismas características por las que fue incluido". Y si esto no ocurre "puedes ir a la lista de patrimonio en peligro o incluso salir". En algunos casos, explicó, se han producido bajas voluntarias como la del Valle del Elba en Dresde (Alemania): se planteó la construcción de un puente que amenazaba el paisaje y en un plebiscito los habitantes prefirieron el puente al título de Patrimonio Mundial.

Por otra parte, "la Unesco te evalúa: cada seis años tienes que entregar un informe". Este reconocimiento, en suma, "no es un premio que te otorguen alegremente como si fuera un concurso". En España, De Cabo considera que en general "se están haciendo las cosas bien" y cada vez se está "protocolizando" más el proceso de presentación de las candidaturas, que incluye la revisión previa del bien por parte de un grupo de trabajo.

El proceso empieza con el acceso a la Lista Indicativa, en el que hay que estar un año (Medina Azahara ya ha superado este paso). Posteriormente vienen el filtro del grupo de trabajo y el Consejo de Patrimonio Histórico. Una vez elevado el proyecto al Comité de Patrimonio Mundial puede darse "la inscripción directa, sin discusión, que suele ser bastante extraño", o que la candidatura sea diferida uno o dos años antes de entrar de nuevo en debate.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios