Curro de Utrera, maestro del cante flamenco, fallece a los 88 años

El cantaor Francisco Díaz García, Curro de Utrera, murió ayer a los 88 años de edad, según informó el Ayuntamiento de esta localidad, que decretó dos días de luto oficial. Curro de Utrera nació en marzo de 1927 y estaba considerado el cantaor profesional con más años en activo, ya que, aunque estaba retirado de los escenarios, ofrecía de vez en cuando algunos recitales. En los últimos años, los aficionados habían podido disfrutar de su voz poderosa en el ciclo Trastablaos del Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla, en el que estuvo en 2012, o en uno de los espectáculos de la Bienal de Flamenco de esta ciudad, titulado Toda una vida, en el que actuó junto a otros veteranos como Romerito de Jerez, Rancapino o El Carrete.

En sus inicios fue conocido como Curro el Toleano y empezó a trabajar de manera profesional a los 13 años, después de que lo descubriera Pepe Marchena en una taberna de Arahal. Estrella del fandango y las cantiñas, aunque era un hombre de múltiples registros, a principio de los años 40 ingresó en la compañía de Marchena, con quien realizó una gira por toda España. A partir de entonces comenzó una extensa carrera profesional en la que actuó con artistas como Manolo Caracol, Juanito Valderrama, Concha Piquer o Lola Flores, y en la que Rafael de León creó canciones para él.

En 2012 Fonotrón reeditó El cante de Curro de Utrera, un álbum que había visto la luz en 1960 y que en los últimos años era el único elepé del intérprete al que podía acceder el aficionado. Algo paradójico porque Curro de Utrera poseía una de las discografías más extensas de la historia de lo jondo, y con él contaron los principales sellos (Hispavox, Philips), con los que grabó trabajos acompañado por las guitarras de Niño Ricardo y de Rafael el Cordobés, entre otros.

En 1958 logró uno de los hitos de su trayectoria al obtener premios en algunas modalidades -soleares, martinetes, caña y polo- del Concurso Nacional de Cante Jondo de Córdoba, ciudad en la que se estableció. En el año 2009, este cantaor que creó escuela -Rocío Jurado lo reconoció como uno de los maestros de los que había aprendido- fue nombrado Hijo Predilecto de Utrera.

La capilla ardiente se instaló ayer en el salón de plenos del Ayuntamiento de Utrera y estará abierta hasta hoy, cuando a partir de las 12:30 se celebre un funeral en la parroquia de Santa María de la Mesa.

El alcalde, José María Villalobos, expresó el pésame a la familia. "Se va un hijo predilecto de nuestra ciudad, un hombre de grandes cualidades humanas que ha contado siempre con la simpatía del público y los aficionados, un grande del flamenco utrerano", señaló.

La consejera andaluza de Cultura, Rosa Aguilar, lamentó el fallecimiento del cantaor y destacó la "longevidad" de su carrera profesional, pues aunque estaba retirado participaba todavía en recitales y certámenes.

La titular de Cultura, que trasladó sus condolencias a los familiares del artista, resaltó en un comunicado la "dimensión artística" de su cante.