Se muestra satisfecho con lo logrado hasta ahora, pero, a sus 26 años, un renovado Craig David ha decidido abandonar toda postura políticamente correcta en su música para su cuarto álbum, Trust me, ya que "es la única forma de expresarse uno mismo", afirma.

"Con tres discos a las espaldas he adquirido la experiencia y la confianza en mí mismo suficientes como para mostrarme sin reparos", ya que de lo contrario sólo conseguiría "resultar un tipo aburrido y sin opinión propia", asegura un Craig David decidido a romper con su anterior imagen.

Aunque la discográfica estaba contenta con lo que estaba haciendo hasta ahora -fichó por Warner con su anterior álbum, The story goes...-, Craig David pidió "algo de fe" para que le dejaran avanzar musicalmente y hacer algo distinto, menos melódico de lo habitual y más bailable, junto a los productores Fraser T. Smith y Martin Terefe.

De ahí el título de este cuarto trabajo discográfico -en castellano, Confía en mí-, que también hace referencia a la esperanza que sus admiradores tienen depositada en él.

"No quiero volver a hablar de rupturas amorosas, ni hacer otra vez 7 days o Fill me in. Quiero diversión", asevera el británico en referencia a los temas de su primer álbum, Born to do it, con el que vendió más de siete millones de copias en todo el mundo.

Para ello recurre a un conocido tema de David Bowie que inspira su primer sencillo, Hot Stuff (Let's dance). Su objetivo es imbuirse del espíritu de esa canción pero asegurándose de que el sample del Duque Blanco "no invadiera la canción" y que el tema "pudiera funcionar sin él en acústico".