Cohan muestra con 'Sin retorno' la vitalidad del cine argentino
Leonardo Sbaraglia y Federico Luppi protagonizan un 'thriller' imprevisible

Tres debutantes presentaron ayer, en distintas versiones, enfoques y procedencias, sus credenciales en el Festival de Valladolid, entre ellos el argentino Marcel Cohan con Sin retorno, un solvente y bien recibido drama psicológico con Federico Luppi y Leonardo Sabaraglia como puntales.
La terna de nuevos realizadores, en el afán de la Seminci por mantener su inveterada condición de semillero o catapulta cinematográfica, se completó con la realizadora austriaca Feo Aladag, que presentó Die Fremde, un laberinto de sentimientos familiares, y con la belga Vanja D'Alcantara, que recuerda el horror de los campos de concentración en Beyond the steppes.
Un elenco muy solvente, inusual para un neófito detrás de la cámara y cimentado en Federico Luppi, Leonardo Sbaraglia, Ana Celentano y Bárbara Goenaga, gestiona la trama de Sin retorno, un thriller psicológico que comienza con un atropello mortal y fortuito por el que responde, con varios años de prisión, la persona equivocada ante el premeditado silencio del verdadero culpable.
Cohan atrapa al espectador dentro de un dilema moral al obligarlo, de una forma muy sutil, a pensar cuál sería su reacción si estuviese en la piel de cada uno de los personajes.
Ese interrogante se plantea en cada momento y configura uno de los secretos de una película sólida, creíble e imprevisible hasta el final, ya que el director esconde hasta el último centímetro de celuloide la actitud definitiva de los protagonistas.
"Es una película que reflexiona sobre la justicia, en qué consiste, para qué sirve y cómo actúa, pero también habla de responsabilidades individuales, sobre la sensibilidad ética de ver si podemos ser mejores en algo. Nos plantea preguntas, nos pone frente al espejo de nuestra propia identidad", explicó Sbaraglia.
Feo Aladag presentó La extraña (Die Femde), donde narra las dificultades que tienen algunas mujeres para comenzar una nueva vida, liberarse de las restricciones sociales y, a menudo, de la familia. Es la historia de una joven madre que decide abandonar Estambul (Turquía) y huir de un marido maltratador, rumbo a Berlín. Un relato de mujeres que huyen de los principios más rígidos de la cultura musulmana, que las lleva a una lucha constante por salir adelante, lo cual en algunos casos desemboca en los llamados "crímenes de honor".
Aladag (Viena, 1972), esposa del cineasta Züli Aladag, debuta también como guionista en La extraña.
Por su parte, la belga Vanja D'Alcantara (Bruselas, 1977) dedica a su abuela su primer trabajo, Beyond the steppes, un voluntarioso relato ambientado en la Segunda Guerra Mundial en el que recuerda el exilio y sometimiento de la población polaca al ejército ruso.
También te puede interesar
Lo último

Tribuna económica
Carmen Pérez
Nuestras pymes, nuestra SGR
El parqué
Impulso por la defensa

Quizás
Mikel Lejarza
¿Para qué sirve la TV pública?

¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
Mujica, el último santón