Entrevista

Ana Curra, la voz del punk de la Movida: "La música como producto no me interesa una mierda"

  • Integrante de Alaska y los Pegamoides y de Parálisis Permanente, Ana Curra presenta este sábado en la sala Ambigú Axerquía de Córdoba el mítico 'El acto', un disco fundacional que cumple 40 años

Ana Curra, durante una actuación.

Ana Curra, durante una actuación. / Alejandro del Estal

Ana Curra, leyenda viva de la Movida, ofrece este sábado, 19 de noviembre, su primer concierto en Córdoba, una cita que tendrá lugar en el Ambigú Axerquía con motivo del 40 aniversario de grabación de El acto, de Parálisis Permanente, un disco seminal del rock y el punk en español. "Me parece un motivo suficiente para citarme con el público a pesar del tiempo transcurrido. Eduardo Benavente no está, pero llevo años reivindicando este repertorio, que es glorioso y que ha traspasado a diferentes generaciones", dice en conversación telefónica con El Día.

Quienes asistan a este primer concierto de Ana Curra en Córdoba, también tendrán la oportunidad de escuchar en vivo canciones nuevas hechas en los últimos dos o tres años, temas con los que sigue "alimentando el espíritu y la creatividad". "Pero, sobre todo, es muy alucinante que canciones de hace 40 años estén todavía de actualidad", subraya.

-¿Cómo recuerda aquellos momentos?

-Es un disco que ha superado con sobresaliente e incluso con matrícula de honor el paso del tiempo. Son canciones con mucho vigor y mucha urgencia, y sobre todo con temáticas que siguen de absoluta actualidad porque no hay generación de adolescentes que no contemple el sexo o la muerte como descubrimientos. Y hablar de esto no tiene caducidad, la humanidad lleva haciéndolo siglos. En su momento fue un disco muy transgresor desde la misma portada, porque tumbaba tabúes. Con esa foto con clara actitud sexual en un altar, que se ha convertido en un icono. De alguna manera era una manera de enfrentarnos a la educación judeo cristiana que habíamos recibidos, con esas ideas tan castrantes.

-¿Qué siente al cantar las letras que escribió hace 40 años?

-Las letras son mías y me siento autorizada a seguir interpretándolas. No son la típica historia de amor y desamor, ñoña, que te pueden hacer sentir ridícula al cantarlas 40 años después. A veces me sorprende a mí misma que cuando me subo al escenario y suena Nacidos para dominar o Tengo un pasajero las recupero con el espíritu de entonces. 

-¿Están ahora los adolescentes más adormecidos?

-Hay de todo. Hay una parte de adolescentes que siempre se dejan llevar por lo que les cuentan, por lo que dicen los medios, por las campañas de promoción masivas... Y luego están los que indagan, los que buscan... Esa diferencia existirá siempre. Antes no había internet, sino unas cuantas radios y había que tirar de hilos para informarte. Por ejemplo, si te gustaban Bowie o los Stooges, buscabas los créditos, analizabas las letras, consultabas el nombre de los músicos, quién producía... Ahora hay información a punta pala, pero el problema es que es necesario seleccionar muchísimo más y discernir. 

-Cualquiera con un ordenador y un poco de conocimiento puede hacer ahora una canción... 

-Y desde el móvil. El otro día escuchaba a alguien decir que había hecho cinco canciones de reggaeton en un rato. ¿Pero cómo son? ¿Realmente tienen sentido? ¿Tienen calidad? Todo requiere de tiempo y dedicación. Yo estoy muy a favor de que la gente desde su casa cuente lo que le está pasando, me parece importantísimo, y a veces encuentras joyas. Pero hay que currárselo. Bizgana, por ejemplo, es un grupazo. Hacen un trabajo interesantísimo y están conectando con la gente de su generación. Van a trascender porque son demoledores y su trabajo tiene contenido literario y musical. Siempre me ha interesado escarbar, la música independiente y la gente que no se va a vender. La música como producto no me interesa una mierda.

-Hay músicos de su generación, con los que empezó, que siguen en la cresta comercial.

-Esto es absolutamente lícito. Cada uno coge el camino que le interesa en la vida desde su pequeña libertad.

-¿Cómo es el público con el que se encuentra en sus conciertos?

-De pronto ves a gente muy joven, de veintipocos, porque han descubierto ahora aquellas canciones o porque las escuchaban de pequeños en casa con sus padres. Y eso es muy gratificante para mí. Y luego está la gente que me ha seguido a lo largo de toda la carretera, desde Alaska y los Pegamoides o Parálisis Permanente. Son personas que vienen a rememorar momentos emocionales. Tengo un público muy minoritario, pero al mismo tiempo muy fiel. 

-Antes hablaba del reggaeton, ¿no le gusta?

-Hay grandes trabajos de trap y reggaeton que pueden estar muy bien, y otros que no me interesan nada porque me suenan muy cutres. Reamente, como fenómeno me interesa más el trap. Y luego están por ejemplo C. Tangana, que ha hecho un pedazo de disco, y Rosalía, que tiene un talento impresionante y está viviendo un momento histórico. 

-Es profesora de piano en un conservatorio. ¿Cómo casa esto con un grupo de punk?

-Casa muy bien, es totalmente compatible. Desde el barroco hasta nuestros días, siempre ha habido grandes músicos con espíritu punk, gente que rompía moldes y saltándose la armonía, que querían transgredir e innovar. Esto ha existido siempre. A la música clásica yo la llamo eterna. El problema es que unas cuantas elites se apropiaron de las grandes composiciones, y eso me da mucha rabia. Es una falacia que hay que derribar.

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