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Almanzor, del mito al hombre
La historiadora Ana María Echevarría, autora de un ensayo sobre el conflictivo "califa en la sombra" de finales del siglo X, subraya la complejidad de su figura
¿Quién fue Almanzor? ¿Qué elementos de la larga herencia legendaria que arrastra su figura se corresponden con la realidad? Varios historiadores han intentado realizar aportaciones a la construcción de un perfil riguroso sobre un personaje que "es sumamente rico en matices". Así lo afirma Ana María Echevarría Arsuaga, profesora titular del Departamento de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y autora de Almanzor. Un califa en la sombra (editorial Sílex). Una obra con la que quiere poner de manifiesto la "complejidad" de una figura que está entre "las que más fascinan a los interesados en la Edad Media hispánica", y por lo tanto "siempre es un reto".
"Hay varios estudios recientes que exploran aspectos distintos de su personalidad y su época", observa la experta, "por lo que intentar hacer algo original y a la vez de cierta calidad histórica era una gran responsabilidad". Echevarría ha intentado acercarse "a aquellos lectores que no tienen un conocimiento profundo de la realidad política y social de Al-Ándalus, explicando los mecanismos de gobierno y las dinámicas de poder más alejadas de nuestra experiencia actual".
A la profesora, autora de otros ensayos como La minoría islámica de los reinos cristianos medievales, le parece "inadecuado" tratar a Almanzor como uno de los grandes villanos de la Historia. Y subraya "su grandeza política e intelectual", que colaboró en la edificación de un "mito" que ha marcado la visión que tenemos de él y el hecho de que "todavía en el siglo XXI se le recuerde por encima de cualquier otra personalidad andalusí".
Es evidente que "en muchos casos, la parte personal de la vida de los grandes mitos se olvida". Así, Echevarría ha realizado "una aproximación crítica a las fuentes" teniendo en cuenta "su cronología y la cantidad de material inventado o idealizado que pudo irse añadiendo a lo largo del tiempo, conforme el mito de Almanzor fue creciendo en el imaginario colectivo". Finalmente, la profesora también ofrece en esta obra un repaso del trabajo de todos los arabistas que se han acercado a este personaje "y que normalmente no está al alcance del gran público, pues su obra se edita en publicaciones especializadas".
Entre el hombre y el mito flota, en cualquier caso, una fama oscura y sanguinaria. "Evidentemente, no fue un corderito, pero hay que ver al personaje en el contexto de la época, y no fue más ni menos sanguinario que cualquier líder de un Estado de la Edad Media implicado permanentemente en guerras. La vida, la muerte y el derramamiento de sangre no se veían en aquella época de la misma manera que lo vemos ahora en Europa", explica Echevarría.
Tutor del califa, hayib, gobernante y caudillo, Almanzor proyecta su contraluz y sus perfiles en la Córdoba de finales del siglo X. Echevarría dibuja una ciudad que "era la capital de un Estado poderoso, pero distante de los centros principales del mundo islámico. Como centro cultural, intentaba estar a la altura de Bagdad, El Cairo o Constantinopla, pero nos faltan datos para saber si realmente lo consiguió".
Córdoba "absorbía los botines procedentes de la guerra fronteriza y acogía a una clase en alza de rentistas que pasaban su tiempo en las almunias que rodeaban la ciudad, mientras veía crecer el número de inmigrantes bereberes que se instalaban en sus arrabales, produciendo problemas de superpoblación que en algunos casos dieron origen a disturbios". La arquitectura y el mecenazgo florecieron en la ciudad, "pero las desigualdades sociales y el conflicto entre capital y periferia en Al-Ándalus conducirían a la extinción del régimen califal, aparte de los problemas dinásticos y de la tan cacareada influencia de Almanzor en el periodo de guerra civil que seguiría a su dominio". En suma, "una ciudad que no supo ver que se aproximaba el final de un periodo: nada nuevo bajo el sol".
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