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Cinco miembros de la campaña contra la polio son asesinados en Pakistán

  • Los talibanes se oponen a estas iniciativas debido al infundado rumor de que un médico que delató a Ben Laden trabajaba en ellas

Cinco trabajadoras locales de la campaña de vacunación contra la polio en Pakistán murieron ayer tiroteadas en varios ataques en Karachi, en el sur, y Peshawar, en el noroeste del país, según informaron fuentes oficiales.

Cuatro de las asesinadas trabajaban en Karachi, donde poco después del mediodía de ayer fueron víctimas de tres asaltos perpetrados con minutos de diferencia por desconocidos a bordo de motocicletas, según fuentes de la Policía en esa ciudad.

Otros dos trabajadores, un hombre y una mujer, resultaron heridos en los ataques de Karachi.

Poco después, una joven perteneciente al equipo de vacunación en la ciudad de Peshawar murió tiroteada en circunstancias similares, según informó la Policía local.

Estos ataques han llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que coordina la campaña de vacunación, a recomendar la suspensión de la iniciativa en la provincia de Jyber Pajtunjwa. En el caso de Karachi, el secretario provincial de Salud, Sageer Ahmed, también ordenó la suspensión de la campaña en esta ciudad, en la que trabajaban 24.000 voluntarios.

Por su parte, el primer ministro paquistaní, Raja Pervez Ashraf, condenó los ataques y dijo que hará todo lo necesario para garantizar la seguridad de esos equipos.

No obstante, las autoridades no han podido confirmar si todos los ataques están vinculados con esta campaña sanitaria, según el portavoz del Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), Matthew Coleman, citado por Reuters.

Según Coleman, muchos de los ataques se produjeron en zonas donde los actos de violencia suceden con frecuencia pero la situación es preocupante. "Estamos preocupados por la seguridad de los trabajadores en primera línea. Ellos son los verdaderos héroes", afirmó.

La campaña era apoyada por la ONU, pues Pakistán es, según la OMS, uno de los tres países del mundo, junto a Afganistán y Nigeria, en los que el polio sigue siendo una enfermedad endémica. El Gobierno pretende inmunizar a 34 millones de niños hasta el próximo año.

Sin embargo hay resistencia entre la población, donde se extienden los rumores de que la vacuna produce impotencia.

La lucha contra la polio en Pakistán también ha estado rodeada de controversia desde que la insurgencia talibán y algunos grupos de las áreas tribales del país asiático mostraron su oposición a ella. Una de los principales causas de esa oposición fue el rumor infundado de que un médico paquistaní arrestado por colaborar con la CIA en la localización de Osama ben Laden en 2011 trabajaba en una campaña contra la polio, aunque en realidad era contra la hepatitis.

El pasado verano, los talibanes de las zonas tribales del noroeste paquistaní amenazaron con atacar a los vacunadores contra la polio, pero ciñeron su amenaza directa a los equipos desplegados en esa región del país.

Sin embargo, se han registrado incidentes relativos a la vacunación en varios puntos del país y el pasado mes de julio un miembro de la campaña murió tiroteado en Karachi.

La poliomielitis es una enfermedad vírica contagiosa que puede afectar el sistema nervioso central y producir parálisis; se trata de una dolencia que no tiene cura pero cuya prevención mediante una vacuna oral es relativamente fácil.

Según los datos oficiales, el año pasado hubo en Pakistán 198 casos, casi un tercio del total de episodios registrados en todo el mundo, y a mediados de este año ya se habían producido 22 pese a los esfuerzos de las autoridades y las agencias de salud por erradicar la polio del país.

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