La realidad va por delante de la ley y, en muy poco tiempo -la introducción de las etiquetas medioambientales aunque es de 2016, no fueron obligatorias hasta hace mucho menos tiempo, 2019- la escala definida por las “pegatinas” de la DGT que señalan el grado de lesividad para el medio ambiente de nuestro coche se ha quedado obsoleta.
Tecnologías que hace muy poco tiempo se tenían por poco transcendentes comercialmente, han despegado de forma masiva, tal cual es el caso de los híbridos enchufables y los mid-hybrid y se hace necesario encajarlos en la realidad de esa escala que la DGT estableció. Y ocurre lo mismo con los Diesel ultralimpios que cumplen con la norma Euro 6D-ISC-FCM, que entrará en vigor en enero de 2021.
Así las cosas, Pere Navarro, director general de la DGT ha anunciado en el evento “Claves y tendencias de la movilidad sostenible en el futuro” promovido por ANFAC que se está trabajando en la actualización de esas etiquetas. Esto podría supone retoques en algunos de los grados e, incluso, la posible introducción de nuevas categorías.
La decisión preliminar podría tomarse el próximo día 29, cuando se produzca una reunión entre varios de los ministerios implicados que propondrían los cambios, si bien no se aplicarán sin consenso de los agentes del sector. En todo caso, la ley preveía una revisión del sistema de etiquetas para el año que viene.
Con estas etiquetas se consiguió dar valor a algunos vehículos, dotándolos de ventajas durante su uso y, consecuentemente apoyar la expansión de tecnologías como las ligadas a la electrificación, tal cual es el caso de los híbridos enchufables. Estos, si sobrepasan una autonomía eléctrica de 40 km tienen una consideración semejante, la etiqueta 0 de la DGT, equivalente a los coches exclusivamente eléctricos el ciento por ciento del tiempo.
La etiqueta D parece en camino
Todo parece indicar que lo que se trasladará a los representantes del sector de la automoción podría ser la introducción de alguna otra etiqueta -se especula en torno a la aparición de la D, vehículos que hoy llevan la C pero que tienen emisiones muy bajas por el tratamiento de los gases de escape- o una pequeña modificación en cuanto a qué tipo de tecnología se incluye en otras, sin llegar a realizar un remozado completo del sistema.
Hoy, además de esa etiqueta cero, existe una eco para los coches con sistemas de propulsión híbridos autorrecargables o enchufables de menos de 40 km de alcance y que usen energías alternativas como el GLP o el gas natural; la C, que corresponde a los coches matriculados desde enero de 2006 con motores de gasolina o los de 2014 con los Diesel; y la B, para los vehículos con motor de gasolina de 2000 y los Diesel de 2006.
Habrá que ver si los mild-hybrid seguirán contando con la etiqueta Eco y los híbridos enchufables de mayor autonomía acaban utilizando una etiqueta distinta a la 0, aunque con la advertencia del director general de Tráfico de que se tratará de retoques en la estructura, podría ocurrir que ambos tipos de automóviles siguieran donde están. De momento.
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