El Ayuntamiento de Córdoba conoció prácticamente al mismo tiempo que el resto de los cordobeses la suspensión de la Cata del Vino, que ha sido una sorpresa para el Consistorio. Tanto es así que en la última reunión celebrada para su preparación, la Denominación de Origen Montilla-Moriles no expresó en ningún momento su intención de retrasarla.

Así lo ha explicado este miércoles el concejal de Fiestas y Tradiciones, Julián Urbano. A preguntas de los periodistas en una rueda de prensa, el edil ha explicado que la organización del evento comunicó ayer su aplazamiento al Consistorio y recordó que este es un acto privado, por lo que "ellos eligen la fecha".

Privado o no, la cata supone la apertura del Mayo festivo en la capital, una actividad más que consolidada tras cuatro décadas de celebración, por lo que su ausencia deja un hueco en la programación de Mayo. A este respecto, Urbano considera que "mayo está suficientemente completo como para que si se cae una actividad nos quedemos cojos".

El concejal ha explicado que la organización quiere trasladar la Cata a otoño (se ha hablado de octubre) porque "quieren darle algún tipo de vuelta para hacerla más grande, más bonita y mejor. Córdoba crece, también en las actividades que tenemos en la ciudad". Esa intención de renovar el evento sí había sido transmitida en la última reunión mantenida.

En cuanto al emplazamiento de la celebración, Urbano ha puntualizado que el Ayuntamiento no tiene preferencia por ninguno "mientras cumpla con unas determinadas características. Ellos son los que tienen que estar a gusto".