Comienza el fin de semana de Las Cruces de Córdoba con las expectativas superadas

Mayo festivo

El calor y el buen ambiente es el protagonista de una segunda jornada que prevé una festividad muy exitosa y con más afluencia que otros años

La segunda jornada de Las Cruces de Córdoba, en imágenes

Dos jóvenes bailan junto a la Cruz de Mayo de la plaza Cardenal de Toledo.
Dos jóvenes bailan junto a la Cruz de Mayo de la plaza Cardenal de Toledo. / Juan Ayala

Las Cruces de Córdoba siguen su curso en un segundo día de sol, calor y, sobre todo, de mucha alegría. El viernes ha tenido un infinidad de jarras de rebujito de un lado para otro, grifos de cerveza que parecían no cortarse en ningún momento y cocinas que no han parado de sacar un plato tras otro para las muchas personas que no han querido desaprovechar ni un solo minuto de esta tradicional fiesta que este 2022 ha llegado con más ganas que en ninguna otra ocasión tras dos años sin haberse celebrado por la pandemia.

Ya sin esa puntual tormenta que estuvo cerca de fastidiar la inauguración de Las Cruces de Mayo, las buenas temperaturas y la llegada del fin de semana han permitido a los cordobeses no fallar a esta cita tan marcada en el calendario de la ciudad. Y es que, como cuenta Enrique Aguilar, hermano mayor de la hermanda de La Paz y Esperanza que monta la cruz en la Cuesta del Bailío, "si el primer día ha ido tan bien, ahora que llegan los días grandes va a estar todo lleno".

Razón no le falta, porque tras un jueves que "superó las expectativas" por la gran cantidad de gente que no se quiso perder el estreno de Las Cruces pese a la lluvia y la subida de precios, el viernes ha vuelto a atraer una gran expectación. Algunos como Alberto y Miguel Ángel han venido desde Valencia para vivir el mayo cordobés y, para colmo, celebrar cada uno su despedida de soltero. Vestidos con un traje de gitana y dispuestos a pasar todo el fin de semana en la ciudad, se han quedado sorprendidos por "el gran ambiente que se respira".

En la cruz de la plaza Cardenal Toledo, que organiza la hermandad de El Císter, la familia de Antonio Ortiz y Manu Ortiz, se lo han estado pasando "de lujo", como comenta el pequeño de los hermanos. "Tenía tantas ganas de irme de cruces que me he venido de trabajar directamente", ha confesado Manu. Entre la bulla, la belleza del Jardín de las Dueñas y algunos grupos que no han dudado en sacar sus pasos de sevillanas a relucir, Manolo López, hermano mayor de la hermandad, se ha mostrado muy contento por "las ganas de disfrutar que hay este año".

"Si el jueves fue genial y vino mucha gente, espero mucha más afluencia para el fin de semana incluso con bastantes colas, pero eso demuestra la ganas que hay en todos, pues incluso se está gastando más dinero este año", ha señalado Enrique Valenzuela, uno de los organizadores de la cruz. En otro de los rincones más especiales de estas Cruces de Mayo como es Santa Marina, los en torno a 200 voluntarios de la hermandad de El Resucitado no paran de servir bebidas y de preparar comida para la multitud de personas que diariamente se reúne junto a esta cruz que está cerca de cumplir su 50 aniversario.

"Después de dos años de espera empezamos con fuerza y mucha afluencia de público, además de con un muy buen ambiente familiar y muchas ganas de divertirse, sin problemas ningunos ni botellones como ocurría otros años", ha destacado Paco Mora, hermano mayor de la hermandad de El Resucitado, que se ha mostrado muy agradecido por el buen comportamiento que presenció en el primer día de cruces y que espera que continúe durante todo el fin de semana.

Y más en un año donde "lo precios han subido y no por aprovecharse de la situación", sino, como ha comentado Mora, porque las materia primas son más caras. Sin embargo, la ilusión ha superado a todos esos factores y las hermandades organizadoras pueden disfrutar de esa "gran afluencia de personal" que permite que, además de llenar de felicidad a los cordobeses, puedan avanzar en su importante labor social que llevan a cabo.

Inundados de la tradición de esta cruz del barrio de San Marina que se adapta a los tiempos donde, como admite el hermano mayor, "cada vez se bebe menos fino y más vino frizzante", la alegría ha seguido su curso en un año de vuelta a la normalidad. Como ha señalado Elena Requena mientras tomaba rebujito junto a sus amigas, en estas Cruces de Mayo hay que "ir a tope", y, aunque la única pega que ponen estas jóvenes es que le cortan la música de 17:00 a 20:00, eso no les ha frenado para vivir de nuevo el mayo cordobés que tanto tiempo llevaban deseando recuperar.

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