Un tatuaje, un reto y 80 centésimas
natación lCampeonato de España Open
Rafa Muñoz se juega en el Nacional Open de Málaga que empieza mañana sus opciones de ir a los Juegos de Londres
Desde que logró la clasificación para los Juegos de Pekín, Rafa Muñoz decidió tatuarse en su costado derecho los aros olímpicos. Era un premio por haberse convertido en olímpico, pero desde que acabó la cita (trigésimoprimero y eliminado en las preliminares) también se convirtió en un estímulo con la mente puesta en Londres 2012. A partir de mañana, ese tatuaje cobrará todo su sentido ante el desafío del Campeonato de España Open de Málaga, la piscina mágica donde Muñoz y todos los nadadores españoles deben ganarse el pasaporte para la capital británica.
Hasta la propia web de la RFEN ha elegido una imagen dorsal del nadador cordobés como portada en la previa del torneo, un Preolímpico en toda regla en el que todas las figuras españolas se juegan el billete olímpico. Belmonte, Villaécija, Wildeboer, Costa, Peris, Da Rocha... pero la estrella será Muñoz. El hombre que hace tres años batió el récord del mundo de los 50 mariposa en esa misma piscina se jugará el viernes a una sola carta su presencia en Londres en el hectómetro, ya que la prueba corta no figura en el programa olímpico. Y más tras su ausencia el año pasado en el Mundial de Shanghai, cuando fue incapaz de lograr los 52.50 que la Federación estableció como mínima, un hecho que marcó toda la temporada pasada y que ha sobrevolado una complicada preparación en 2012.
52.36. Ése es el desafío, el tiempo que tiene que mejorar el nadador del Navial para estar en los Juegos. Como ya hicieran el año pasado, los técnicos de la RFEN fijaron que todas las mínimas debían realizarse en la final del Nacional Open, independientemente de los registros logrados durante el resto de la temporada. Exigente, quizás injusta, pero igual para todos. Los favoritos no fallaron en 2011, salvo Rafa, y por eso no hubo excepciones. Este año pasará igual, y pese a que faltarán tres meses hasta el inicio de los Juegos, si el cordobés no sale de Málaga con la mínima, volverá a quedarse por segundo verano consecutivo viendo la gran cita por televisión.
80 centésimas. Ésa es la distancia que separa la mejor versión de Rafa Muñoz en 2012 de la mínima olímpica. La preparación del cordobés ha estado sembrada por las dudas generadas por sus tiempos a lo largo de la temporada. Ni los registros ni las sensaciones han sido las mejores, aunque también es verdad que han ido acercándose a su objetivo con el paso del tiempo... pero todavía está muy lejos. Consciente de que su único objetivo de esta temporada son los Juegos, Muñoz ha centrado todo el curso en los 100 mariposa dejando de lado los 50, su especialidad, y el aumento de distancia se ha resentido en los cronos. El mejor tiempo del nadador del Parque Cruz Conde esta temporada son los 53.16 que realizó el pasado 8 de marzo en el British Open, precisamente en el London Acuatic Center que este verano acogerá la competición olímpica de natación. En una prueba relativamente corta, esas 80 centésimas de distancia son un mundo, pero el tiempo es un soplo de esperanza tras unos meses, cuanto menos, preocupantes.
Todo comenzó en diciembre de 2011 con los 55.35 que marcó en el Dutch Open de Eindhoven, la primera cita de una temporada invernal que alimentó las alarmas. Fuera de la final en el Europeo en piscina corta de Szczecin y con un discreto 51.89 en el Nacional (también en piscina de 25 metros), el arranque de la temporada no fue nada halagüeño.
Tras un stage en Font Romeu, el año comenzó el 22 de enero en el Campeonato de Cataluña Open celebrado Tarrasa, donde Muñoz se quedó en 44.40, a más de dos segundos del tiempo exigido por la RFEN. Dos semanas después, en el Nacional por Comunidades Autónomas, el cordobés no progresó con unos preocupantes 54.66 como mejor tiempo, crono que mejoró un mes después (4 de marzo) en el Circuito Catalán de Sabadell con 53.69, rompiendo al fin la barrera de los 54 segundos. Así fue hasta que viajó a Londres y probó una piscina a la que quiere volver en verano. En la capital inglesa ofreció su mejor versión del curso, pero todavía sigue lejos, demasiado lejos.
Este último mes ha sido de entrenamiento intensivo en el CAR de Sant Cugat, donde Muñoz trata de poner a punto una máquina que hace mucho tiempo que no rinde en los 100 mariposa. De hecho, la última vez que Rafa nadó por debajo de esos 52.36 fue... el 1 de agosto de 2009, en aquella mágica final del Mundial de Roma cuando fue bronce tras Phelps y Cavic. Entonces el cordobés fijó su mejor marca personal (y récord de España) en 50.41. Pero desde entonces, nada.
Tras el Mundial, Muñoz comenzó su retiro voluntario que le llevó a estar seis meses sin nadar, a lo que se unió la prohibición de los bañadores mágicos de poliuretano. Ese parón marcó toda la preparación de 2010, ya en Barcelona, fijada para llegar en condiciones al Europeo de Budapest, pero sólo en los 50 mariposa, porque el hectómetro era una distancia demasiado larga tras ese prolongado periodo de inactividad. El cordobés logró el oro en su prueba, pero se quedó en un pobre 53.50 en los 100. 2011 tenía Shanghai como gran cita y un tiempo de 52.50 como objetivo, pero el día en que Muñoz tenía que hacer la mínima se quedó en un lejano 53.51 que hizo ser inflexible a la Federación. Meses después, el 23 de julio de 2011, en el marco del Nacional de Mataró, Rafa sacó la furia para batir el récord de los campeonatos con un excelente 52.63, el mejor tiempo que ha logrado en los últimos tres años y a sólo 27 centésimas que ahora se le exige para acudir a Londres. Sólo entonces ese tatuaje que tiene grabado en su costado derecho tendría todo su sentido.
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