Balonmano | Liga Guerreras Iberdrola

La permanencia aguarda al Adesal en Lanzarote

  • Las fuensantinas se jugará el todo o nada ante el San José Obrero, inmerso en la misma pelea

Las jugadoras y el cuerpo técnico del Adesal se conjuran en un tiempo muerto.

Las jugadoras y el cuerpo técnico del Adesal se conjuran en un tiempo muerto. / Juan Ayala

El Adesal disputa este sábado el partido más importante de su historia. Y no porque sea el siguiente, que es lo que diría el tópico. Es el más importante de su historia porque nunca ha vivido una situación tan límite y tensa, pero, al mismo tiempo, tan gratificante si consigue la victoria. El premio es la permanencia en la Liga Guerreras Iberdrola.

Al conjunto de La Fuensanta le espera en Lanzarote el San José Obrero. En Arrecife, a las 19:00 (hora peninsular), disputan una final ante un equipo que tiene el mismo objetivo y con el añadido de saber que ha sido una temporada condicionada por la dureza de una competición que condenará al descenso a cuatro de los 16 equipos que iniciaron la carrera en septiembre.

La clasificación dice que el Adesal tiene un punto más, pero que el representativo de Arrecife tiene dos ventajas (en teoría). La primera es que se la juega en casa; la segunda, que ganó en La Fuensanta y eso generó una crisis en su adversario que se prolongó en el siguiente partido ante el Zuazo. Con todo, el Adesal también puede (y debe) recordar que su reacción fue en la misma isla cuando venció en la pista del Puerto del Carmen. Por cierto, que hay un tercero que es el Morvedre, al que le valdría la victoria ante el Pereda si los contendientes en la pista de Titerroy empatan.

Y en la misma el Adesal se presenta con múltiples argumentos para ganar: el liderazgo de Agus López, la batalla de Andrea Roda, la potencia de Isic, la versatilidad de Chelaru, el temperamento de Ángela Ruiz, la decisión de Bonazzola, el aguante de Maura Álvarez, la colocación de Alba González, el compromiso de Irene García, la electricidad de Lucía Vacas, la inteligencia de Malena Guerisoli, la precisión de Gelinys Reyes o el espíritu de Amanda Valero. En definitiva, un equipo que quiere y que se ha demostrado durante la temporada que puede.

Aunque no está de más recordar las virtudes del rival, empezando por la portera Ana Marín, quien firmó un partido mayúsculo en la primera vuelta. A ella se suma el poderoso lanzamiento de Nagore Sanz o dos jugadoras muy desequilibrantes como Celia López o Pessoa.

Por cierto, que el Adesal ya sabe lo que es jugarse una permanencia en Canarias en la última jornada de Liga de División de Honor. Fue en 2014, aunque no salió bien en la pista del Rocasa. Pero la historia ofrece segundas oportunidades y a ella se quiere agarrar en el equipo de La Fuensanta.

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