La sanción de cuatro partidos a López Silva desafía a Berges

Si hay un nombre clave en el sistema ofensivo del CCF, ese es José María López Silva. El onubense es el único intocable de mediocampo hacia adelante. Su papel es tan determinante como el de Alberto García y López Garai en la contención. Son los tres que cuentan con un puesto casi por decreto en el once inicial de Rafa Berges... al igual que ya lo tuvieron la pasada campaña en el de Paco Jémez. No se entiende un equipo sin ellos. O no se entendía hasta ahora. La expulsión que el habilidoso extremo onubense vio en Villarreal dejará al conjunto blanquiverde huérfano durante las próximas cuatro jornadas, tras el dictamen realizado ayer por el Comité de Competición. Un tiempo en el que el técnico tendrá que inventarse un relevo de garantías para un jugador al que hace menos de una semana llegó a comparar con el mismísimo Andrés Iniesta. A bote pronto las opciones son tres: Pedro y Fede Vico como recambios naturales, o Cristian García, adelantando su posición para dar de nuevo cabida en el lateral a Fernández.

Desde su llegada en verano de 2011 procedente de un Cádiz que nadaba en Segunda B, López Silva se ha convertido en insustituible en este Córdoba. La temporada pasada sólo se perdió tres partidos de Liga -en la jornada 19 ante el Girona por lesión, y en las 25 y 38 ante el Numancia y el Nàstic, respectivamente, por sanción-, al margen de disputar los 180 minutos en el play off de ascenso con el Valladolid. Además, de las seis citas de Copa del Rey sólo descansó en dos -el estreno en Murcia y la ida ante el Espanyol-, empezando en el banquillo en otro par. Este curso, su inicio de campaña iba por el mismo camino. Titular en los siete partidos del torneo liguero -no jugó ante el Elche en el debut en la Copa del Rey-, su carrera se cortó de raíz en ese encontronazo en El Madrigal con Joan Oriol que le obligará a parar durante las próximas cuatro semanas.

El Comité de Competición, tal y como se esperaba, tiró de su nuevo y agresivo rasero para castigar tanto a López Silva como al lateral del submarino amarillo agarrándose a lo que el extremeño López Acera recogió en el acta del partido. Además, el hecho de que el árbitro reflejara que la agresión se produjo con el juego detenido ha servido de agravante. A los cuatro partidos de sanción se suma una multa económica de 3.005 euros para cada jugador más 800 para cada club al tratarse de sanciones graves.

Competición ha aplicado el artículo 98 del Reglamento Ordinario de la Federación, que regula las agresiones, que reza: "Agredir a otro, sin causar lesión, ponderándose como factor determinante del elemento doloso, necesario en esta infracción, la circunstancia de que la acción tenga lugar estando el juego detenido o a distancia tal de donde el mismo se desarrolla que resulte imposible intervenir en un lance de aquél, se sancionará con suspensión de 4 a 12 partidos".

"Parte desde fuera y juega por dentro. Es un futbolista tácticamente muy inteligente, que sabe recibir en los espacios en los costados. El que es bueno juega por todos sitios", dijo de él Berges, que ahora tendrá que sobrevivir sin el onubense.