El límite no está acotado

Que no. Los hay que siguen empeñados en reducir la labor de Paco Jémez a cumplir con la papeleta. A rendir pleitesía al guión establecido y firmar una tregua con el destino. A la mediocridad. Pero Paco, irredento, sigue empeñado en levantar las miras. En ponerse trampas en el destino por su propia osadía. En romper con un pasado victimista. Y pobre.

Por eso, cuando ayer en rueda de prensa fue cuestionado en repetidas ocasiones sobre el supuesto objetivo mínimo del equipo -sobre los cincuenta puntos y sobre lo de bueno y malo que puede deparar el futuro- se mantuvo en sus trece: "No, no estoy contento con la clasificación. Tendríamos que estar muchísimo mejor y en esta segunda vuelta trataremos de estar más arriba".

Ambición sin parangón reciente que no quita el cumplir con el guión impuesto: "Si luego no podemos sacar nada más que los cincuenta puntos, no será porque no lo hayamos intentado".

Así que, tras una semana catalogada como "complicada" por el entrenador, el resultado de A Malata no aportó sino "un poquito de confianza y autoestima" a nivel clasificatorio. Pero eso no hace que Paco considere que haya cambiado el panorama "absolutamente en ningún sentido".

No obstante, la interrupción de una racha tan nociva fue acogida en el vestuario con una sensación de alivio, pero el del Zumbacón quiso matizar también que "si este equipo destaca por algo es porque intentamos que el ambiente de trabajo sea bueno y eso nunca ha cambiado. Les aislamos bien durante la semana pasada".

Hablábamos antes de su ambición. Más claro no pudo ser Paco ayer, desmarcándose rotundamente de la dinámica conformista: "Tengo unos objetivos distintos a los que puedan tener otros". Y todo porque es mejor conocedor que nadie de las posibilidades de una plantilla a la que "le duele todo lo que pasa, están muy comprometidos con el club y eso hay que aprovecharlo para que este año no pasemos apuros y no estemos en los últimos partidos pendientes de lo que va a ocurrir".

Así que el entrenador del Córdoba advierte al mismo tiempo que avisa a los navegantes. La referencia no está en el decimonoveno sino en el tercero: "Hay que dejarse de mirar para atrás. La idea debe ser que al Sporting lo tenemos a dos partidos y ahora tenemos dos choques en casa. Es ahora cuando hay que demostrar que somos un buen equipo. Hay que conseguir que los jugadores dejen de mirar hacia abajo". Ni para coger impulso. Ni para recular. Ni para hacer la goma. Paco no se pone límites. Ni el Córdoba.