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La hora de desterrar dudas

  • El conjunto provenzal se estrena en Liga ante su afición, todavía con la resaca de la goleada en San Fernando · Ambos equipos encaran el choque con cero puntos

La afición del Lucena comienza hoy a disfrutar, por segundo año consecutivo, de la categoría de bronce. Como si se tratase de un dejà vu, el Melilla visita la localidad aracelitana en la segunda jornada de Liga, tras un titubeante comienzo en casa. Los provenzales buscan una victoria ante uno de los conjuntos llamados a estar en la zona alta de la clasificación, con el reto de sobreponerse a las reducidas dimensiones del césped sintético de la Ciudad Deportiva, una rémora importante para los discípulos de Antonio Montero Nene.

El preparador malagueño ha trabajado intensamente durante la semana para corregir los errores cometidos en el Bahía Sur, que conllevaron una abultada derrota ante el San Fernando (4-0).

Por ello, Montero ha previsto introducir algunas variantes en el once inicial que se mida a los norteafricanos. Aún así, el técnico ha preferido no dar ninguna pista sobre las bazas que empleará. El entrenamiento de ayer se realizó a puerta cerrada, y también ha optado por no facilitar la lista de convocados hasta momentos antes del encuentro. Sumar dos derrotas consecutivas en el comienzo instalaría la ansiedad en el vestuario celeste.

Cabello, que se verá las caras con sus antiguos compañeros, es quien tiene más opciones formar parte del plantel titular, formando pareja de ataque junto con Julio Pineda, que ya se encuentra totalmente restablecido de su gastroenteritis. El equipo está necesitado de gol y el ariete, muy motivado durante toda la semana previa al duelo, es quien más deseo ha mostrado. El pasado año debutó en casa con dos tantos.

En la retaguardia, la inesperada baja de Babin ha dado la oportunidad a Luija de ocupar el lateral diestro. El francés sufre una rotura fibrilar en el cuádriceps de su pierna derecha, por lo que estará en torno a un mes de baja. La entrada de Luija no será la única novedad en la zaga, puesto que Rubén García ocupará la plaza de Adriano en la banda izquierda, dado que la actuación del burgalés no convenció a Nene en el primer choque liguero.

Las novedades en la escuadra lucentina también han afectado al centro del campo, parcela en la que Sarmiento reemplazará a Quique. Jesús Lanza, Monteagudo y Velasco completan la línea.

El cuadro melillense afronta el encuentro en la misma situación que los locales, es decir, con cero puntos en su casillero tras caer en casa ante el Puertollano (1-2). A pesar de ello, los pupilos de José Diego Pastelero se desquitaron con una contundente victoria en la segunda ronda de la Copa del Rey el pasado miércoles ante el Mérida (5-2).

Para el partido, Pastelero no podrá contar con Landeira, tras su expulsión en la primera jornada. Amarito, aún convaleciente de su lesión, tampoco podrá ser de la partida, mientras que el meta suplente Verdejo -titular en copa- será dura hasta última hora.

Con todo, el Mellila, cuyo mayor acierto ha sido mantener el bloque del pasado curso, apenas notará las ausencias, y presentará en la Ciudad Deportiva una formación ambiciosa, en la que destacan el habilidoso extremo Migui, así como los recientes fichajes Carrión -ex jugador blanquiverde- y Conget, procedente del Puertollano.

Los norteafricanos han reforzado su férrea línea defensiva con la llegada del lateral Catalán, que junto con Noel Alonso, otra de las incorporaciones, acompañará a la experimentada pareja de centrales formada por Igor Cuesta y Marcos Suárez.

A partir del centro del campo se acumula la artillería pesada. Si Migui está entonado, las opciones del Lucena se reducen. Su labor, junto con la del navarro Conget, es el principal arma de Pastelero, que confiará en el veterano Andrés Ramos en la punta con Acorán de enganche.

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