Fátima Gálvez sumó este domingo un nuevo éxito a su ya extenso palmarés. La tiradora baenense consiguió la medalla de plata en la prueba de la Copa del Mundo de Lonato (Italia), repitiendo así el puesto de finales de mayo en la cita de Almaty (Kazajistán). Si entonces fue la también española Mar Molné la que superó a la cordobesa, en esta ocasión su verdugo fue la australiana Laetisha Scanlan, que rompió un plato más.

En uno de sus escenarios fetiche, no en vano en Lonato consiguió su único título mundial en 2015, Fátima Gálvez confirmó que está en un gran estado de forma. Con el lunar de su participación en los Juegos Europeos, en los que se vio fuera de la final, la tiradora natural de Baena firmó una actuación notable de principio a fin que le hizo acreedora de una nueva presea internacional, la segunda de este 2023.

Porque tras empezar el año preolímpico fuera de los puestos de honor en las tres primeras pruebas de la Copa del Mundo, en las dos últimas Gálvez se ha quedado a solo un escalón del oro. Un metal que en Lonato empezó a encarrillar ya desde la calificación, en la que siempre estuvo con las mejores. De hecho, se metió entre las seis mejores con solvencia, firmando un segundo puesto tras romper 120 platos, solo dos menos que la local Alessia Iezzi, que no calificó.

Así, la lucha por las medallas era cosa de seis mujeres, clásicas como la eslovaca Zuzana Rehak Stefecekova, que fue la primera en quedarse fuera, o la libanesa Ray Bassil, la siguiente en quedar apeada de la batalla. Y otras que vienen pisando fuerte como la estadounidense Ryann Paige Phillips o la turca Rumeysa Pelin Kaya, que se apuntó el bronce y dejó la final en manos de Scanlan y Gálvez.

Ahí, con el acumulado, la australiana fue mejor por un plato, 46 a 45. Porque el inicio, con cuatro fallos en los primeros 13 lanzamientos, lastró demasiado a Fátima, que a pesar de encadenar 33 aciertos sin fallo, no pudo conseguir la medalla de oro tras repetir error a falta de cuatro platos para el tope de 50.