El doble reto de vencer y seducir
"Quiero un equipo que divierta a los aficionados y gane los partidos"
Rafa Benítez comenzó ayer la etapa más excitante de su carrera al firmar como entrenador del Real Madrid, un trabajo que incluye un doble reto: ganar y seducir. Benítez conoce muy a qué tipo de club llega.
Lo primero que Benítez sabe es que tiene un presidente al que sólo le vale el presente, y sólo si éste incluye la victoria. Su antecesor, Carlo Ancelotti, fue despedido un año después de ganar la Liga de Campeones y tras cerrar una temporada sin títulos importantes.
De nada le sirvió al italiano el afecto público y privado profesado por todo su plantel, con Cristiano Ronaldo a la cabeza, ni haber logrado la ansiada décima Copa de Europa para los blancos. Pérez no entiende de sentimentalismos y sus decisiones atienden a la frialdad de los números.
Benítez llega al Real Madrid a sus 55 años y en un momento de baja popularidad. Las encuestas publicadas en los medios españoles reflejaron el poco entusiasmo por su llegada. Además, no pudo clasificar al Nápoles para la Liga de Campeones. En los albores de su trabajo como técnico, Pérez tiene confianza en un entrenador al que calificó como "de método". Y recordó: "Es conocido por su brillante preparación de los partidos y su capacidad para cambiarlos".
Esta última afirmación pareció un mensaje dirigido hacia Ancelotti, a quien un sector de la crítica lo acusó de endeblez táctica y realizar pocos cambios durante los partidos".
Pero el reto no es sólo devolver al Real Madrid a la senda del triunfo, sino seducir con su juego. Durante su presentación, Benítez tuvo que responder repetidamente a cuestiones sobre si es "un técnico defensivo". Y él utilizó la estadística: "El Nápoles terminó dos temporadas consecutivas con 104 goles, su récord histórico".
Benítez conoce la exigencia de una hinchada que valora el juego casi tanto como el triunfo. Es célebre aquella noche del 17 de junio de 2007, cuando el Real Madrid conquistó la Liga con Fabio Capello en el banquillo. Pero durante el partido el equipo recibió abucheos por su juego. En resumen: importa tanto ganar como jugar bien. Por ello, el nuevo entrenador del Real Madrid se apresuró a afirmar: "El Madrid que juega bien y gana me gusta siempre. Quiero un equipo que divierta a los aficionados y que pueda ganar partidos".
Durante las próximas semanas, se irá resolviendo la cuestión del plantel, aunque lo más seguro es que se realicen pocas modificaciones. Con el lateral Danilo fichado y el medio centro Casemiro recuperado, es probable que se cierre el equipo con la incorporación de De Gea.
Lo siguiente será ver cómo quiere Benítez que juegue su plantilla, cómo convence a sus futbolistas de la necesidad de mantener el equilibrio defensivo y cómo aceptan éstos las rotaciones, algo que no manejó Ancelotti.
Y una última cuestión quedará por resolver: ¿Forjará Benítez la misma familia en el vestuario que supo construir Ancelotti?
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