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El Córdoba no está dispuesto a que el derbi del próximo sábado sea un escenario ideal para los violentos. Advertido por los graves incidentes ocurridos en la primera vuelta, el club blanquiverde solicitó la pasada semana que la visita del Granada fuera declarada de alto riesgo. Y así lo hizo la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte del CSD. Ayer se produjo la reunión de la junta de Seguridad, en la que se acordó el protocolo a seguir para evitar cualquier tipo de acto vandálico antes, durante y tras el encuentro.
"Los ánimos van a estar crispados desde el inicio", indicó el secretario general del Córdoba, Carlos Hita, anfitrión de los representantes de Policía Nacional, Policía Local, Protección Civil y Cruz Roja. Entre las medidas a adoptar está el aumento sobre un 20% en la seguridad, tanto privada como pública, respecto a un duelo normal, y la llegada de la Policía a caballo desde Sevilla. Así, se pretende evitar que se produzcan encuentros entre las aficiones.
Desde Granada está confirmada, al menos, la presencia de 600 aficionados. El club nazarí ya ha vendido las 500 primeras localidades que envió el Córdoba la pasada semana y ayer recibió otro paquete con un centenar más. Éste será el último envío entre ambos clubes -la festividad de Jueves y Viernes Santo lo impide-, aunque no se descarta que el desembarco nazarí sea mayor. De ser así, los seguidores deberían retirar sus boletos en las taquillas de El Arcángel, que permanecerán abiertas el mismo sábado desde las 10:00 hasta la hora de comienzo del encuentro.
Esto supone un nuevo problema de seguridad para el club cordobesista. Si bien las 600 entradas que se han enviado a Granada pertenecen a la zona acotada en la Preferencia Alta para la afición contraria, en las taquillas es imposible controlar quién adquiere una localidad si no va ataviado con los colores de su equipo. Ante esta disyuntiva, Hita explicó que "si la Policía estima que hay algún foco de aficionados en una zona que no le corresponde y puede suponer algún tipo de problema, les obligará a cambiarse a la zona acotada y, si no acceden, se les invitará a abandonar el estadio".
Todo sea por evitar altercados como los ocurridos en la previa de la visita blanquiverde a El Arcángel, cuando los radicales de ambos conjuntos se citaron para darse golpes y un total de 13 aficionados del CCF fueron sancionados. Este recuerdo y los numerosos mensajes que ambos grupos han vuelto a cruzarse a través de la red invitan a pensar en que el derbi del sábado será de altísimo riesgo, tanto dentro como fuera del campo.
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