El Cajasur Priego afronta una semana crucial en su tarea de recuperar el liderato de la Superdivisión Masculina de tenis de mesa. Los de la Subbética reciben en apenas 48 horas en el Centro de Tecnificación al Arteal de Santiago de Compostela y el Universidad de Burgos, el primero el miércoles y el segundo el viernes, ambos a partir de las 20:00.

Los de Luis Calvo recuperarán este miércoles el partido atrasado de la jornada 5 ante el Arteal, aplazado por la participación del cuadro prieguense en la Copa de Europa. Una victoria le devolvería el liderato que ahora mismo ostenta el Irún Leka Enea, con un punto más pero también un partido más jugado; el empate dejaría a los dos aspirantes igualados a todo al frente de la clasificación.

Los gallegos, quintos en la tabla, se presentan con una tripleta de jugadores bastante reconocibles en la competición como el italiano Humberto Manhani, el portugués y ex del Cajasur Énio Mendes y el prieguense Moisés Álvarez, para intentar frenar el ímpetu del equipo de Priego de Córdoba, único equipo que cuenta sus partidos por triunfos y, junto al Irún, uno de los dos que sigue invicto.

Por su parte, el técnico cajista tiene a su disposición a su equipo al completo, por lo que tendrá que hacer un descarte. Al contrario que el pasado viernes en San Sebastián de los Reyes, se espera que esta vez esté entre los elegidos el portugués Diogo Carvalho, acompañando al invicto Carlos Machado y el húngaro Daniel Kosiba.

Dos exámenes de mucho nivel

El viernes, el reto para el Cajasur Priego será superar a otro clásico de la competición: el Universidad de Burgos, que ya le obligó a exprimirse al máximo en los dos partidos de la pasada campaña. De momento, los burgaleses cierran ahora mismo los puestos europeos, en la sexta plaza, con un balance de dos victorias, dos empates y otras tantas derrotas.

A la espera de la irrupción definitiva del jovencísimo Daniel Berzosa, que ya es una promesa firme del tenis de mesa nacional, el equipo castellano-leonés viene contando con el rumano Alexandru Cazacu, y los nacionales Jorge Ausín y Carlos Caballero, ya asentado en la selección española. En definitiva, un examen de nivel para un equipo que antes tiene otro que también espera aprobar con nota.